El Salvador contará en los próximos meses con cinco nuevas zonas francas que ya se construyen en cuatro departamentos del centro y occidente del país, informó la ministra de Economía, María Luisa Hayem.
Destacó que se trata de los primeros proyectos de este tipo que se llevan a cabo en 14 años.
Dos de ellas estarán ubicada en el departamento de La Libertad, dos más en Sonsonate, una en Santa Ana y una en San Vicente.
Las zonas francas de este país centroamericano se destacan por su producción textil a través del sistema de maquilas, pero en la actualidad el gobierno habla de diversificación.
Los nuevos proyectos representan una “diversificación de sectores, dinamismo y crecimiento económico está experimentado el país después de 30 años en estancamiento”, dijo la funcionaria.
Se refiere a que en las nuevas instalaciones se producirían estructuras metálicas, autopartes, alimentos, textiles y otros.
La Cámara de la Industria textil, confección y zonas francas de El Salvador (CAMTEX), informó que actualmente existen17 zonas francas, ubicadas en 6 de los 14 departamentos de El Salvador.
En ellas se albergan120 empresas y cuentan con un techo industrial de 1,671 mil metros cuadrados. “También hay que agregar 100 empresas más que son beneficiarias del régimen pero que se ubican fuera de una zona franca, bajo la modalidad de Depósitos de Perfeccionamiento de Activos (DPA)”, explicó.
Hasta el año pasado, según datos del Ministerio de Economía, las 17 zonas francas empleaban a unas 57,000 personas de forma directa y 126,000 de forma indirecta.
Y precisamente, el fin de la distribución en diferentes zonas del país “es satisfacer las necesidades diversas de recurso humano calificado y/o bilingüe; conectividad terrestre, aérea y marítima; conectividad digital; generación de energía eléctrica; entre otros”, dijo la gremial empresarial CAMTEX.
Tanto la parte oficial como el sector privado le apuesta al sistema de zonas francas por considerarlo “una de las fuentes más importantes de desarrollo económico y social en El Salvador”.
“Es uno de los regímenes más eficaces para el fortalecimiento de la competitividad global, la generación de empleos, la promoción de exportaciones, la transferencia de tecnologías y el desarrollo económico y social de los países que han implementado dicho modelo”, sostiene CAMTEX.