El primer diccionario salvadoreño escrito en náhuat está siendo promovido por sus creadores con mucho entusiasmo en distintas ciudades del país.
La obra se llama “Yultajtaketzalis”, que significa palabras del corazón.
Su creadora es Nantzin Sixta Pérez, una hablante nativa de 81 años, originaria de Santo Domingo de Guzmán, departamento de Sonsonate, quien trabajó durante meses para dar vida a la obra junto a Héctor Martínez, docente especialista en náhuat y fundador del proyecto ‘Timumachtikan Nawat’ (Aprendamos náhuat).
Ambos explican que más de 6,000 palabras están incluidas en este documento que busca destacar la cultura y tradiciones asociadas al náhuat.
Además, contiene apartados especiales en los que se narra la historia de Santo Domingo de Guzmán y lecciones en náhuat que incluyen saludos, nombres de miembros de la familia, números, partes del cuerpo, tiempos verbales, además de vocabulario, palabras y definiciones.
Lo describen como “un libro o material histórico, ya que por primera vez en más de 500 años después de la conquista, una mujer indígena puede plasmar sus conocimientos en papel y plasmarlos de manera independiente”.
Según Héctor Martínez, el diccionario nació de la necesidad de crear un libro propio de un “nahuahablante” que documentara, en este caso a través Nantzin Sixta Pérez, la lengua, la cosmovisión y la tradición oral del idioma; ya que la poca aproximación bibliográfica de náhuat que existe en El Salvador, aparte que ha sido realizada en su mayoría por autores extranjeros, esta no reconoce las variantes dialectales de la lengua.
El diccionario llegó el 30 de agosto al departamento de Cuscatlán, en donde sus creadores desarrollaron presentaciones sobre su contenido, “que recoge en cada palabra la historia y riqueza lingüística cultural de El Salvador”, destacó el gobernador Eduardo Alas, durante un acto especial.
A este acto acudieron representantes del cuerpo diplomático, como Salvador Velásquez, cónsul de la embajada de México; Rubén Cabrera Andrade, encargado de Asuntos Económicos en la Embajada de México en Nigeria; Carlos Alfredo Sánchez Barón, cónsul de México en Nueva York, y José Manuel Méndez Piña, director de Asuntos especiales en Relaciones Internacionales.
Asimismo, acudieron Diana Yglesias, empresaria de la ciudad de Cojutepeque; Daniel Ortega, coordinador del programa Jóvenes Embajadores, y Carlos Sánchez, alcalde del municipio de Cuscatlán Norte, quienes expresaron su apoyo a las iniciativas, que fomentan el intercambio cultural y la preservación de lenguas indígenas.
El náhuat está al borde de la extinción, siendo la última lengua indígena viva de El Salvador. Se estima que existen menos de 200 indígenas “nahuahablantes”, en su mayoría de edad avanzada, que se asentaron en Sonsonate y Ahuachapán, principalmente.
De acuerdo con información de Timumachtikan Nawat, hasta diciembre de 2022 se contabilizaron 57 nahuahablantes solo en el municipio de Santo Domingo de Guzmán, conocido como Witzapan, siendo el mayor reducto de náhuat del país y variante dialectal en la que se centrará el diccionario.
La lengua náhuat o pipil es la última lengua indígena que sobrevive en El Salvador de las 8 que se hablaban originalmente en la región al tiempo de la Conquista y Colonia españolas (chortí, pokomame, lenca, cacaopera, chorotega, pipil, xinca y quiché).
“Con el diccionario tenemos la seguridad de que el náhuat va a quedar documentado, prácticamente la mayoría del idioma va a quedar plasmado y la gente va a tener la certeza de que toda la información que se encuentra ahí es la correcta porque ha sido dicha por un hablante nativo”, afirma Martínez.