Israel aceptó al menos tres días de “pausa humanitaria” en Gaza para permitir que los funcionarios de salud de la ONU administren vacunas contra la polio en ese territorio palestino, informó el jueves la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Según lo que discutimos y acordamos, la campaña comenzará el primero de septiembre, en el centro de Gaza, durante tres días, y habrá una pausa humanitaria durante la vacunación”, dijo Rik Peeperkorn, el representante de la agencia para los territorios palestinos.
La campaña de vacunación cubrirá también el sur y el norte de Gaza, que tendrán a su turno cada uno tres días, precisó Peeperkorn a los periodistas, al añadir que Israel, que libra allí una guerra contra el movimiento islamista Hamás, accedió a permitir un día más en caso de ser necesario.
El objetivo es inmunizar a más de 640,000 niños menores de 10 años.
“Subrayamos la importancia crucial de que todas las partes cumplan los compromisos adquiridos”, instó Michael Ryan, director general adjunto de la OMS, ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
Dijo que ya se han enviado 1,26 millones de dosis de la vacuna NoPV2 a Gaza y que aún quedan por llegar otras 400.000.
El medicamento se administra por vía oral en dos gotas, si bien los trabajadores sanitarios tendrán que volver dentro de cuatro semanas para administrar dos más a cada niño. Hasta el momento, no se ha discutido públicamente otra eventual pausa humanitaria.
Oren Marmorstein, portavoz de Asuntos Exteriores de Israel, confirmó en la red social X que su gobierno “ha coordinado una operación a gran escala con la OMS y Unicef para vacunar a los niños de la Franja de Gaza contra la polio”.
Hamás, por su parte, dijo que apoya la “tregua humanitaria de la ONU”.
Robert Wood, embajador adjunto de Estados Unidos ante Naciones Unidas, consideró que es “vital que esta campaña se lleve a cabo sin demora” y pidió a Israel que “facilite el acceso” y “garantice periodos de calma” en el conflicto.
El poliovirus es altamente infeccioso y se propaga con mayor frecuencia a través de las aguas residuales y el agua contaminada, un problema cada vez más común en Gaza, con gran parte de las infraestructuras destruidas.
La enfermedad afecta principalmente a niños menores de cinco años. Puede causar deformidades y parálisis, y es potencialmente mortal.