Si bien recibir masajes terapéuticos puede resultar agradable, los científicos descubrieron que no existe evidencia sólida de que realmente ayuden a aliviar el dolor corporal.
Al analizar los resultados de más de cien estudios, los expertos descubrieron que solo unas cuantas investigaciones encontraron que los masajes ayudan a reducir el dolor, según un artículo reciente publicado en la revista JAMA Network Open.
De 129 estudios publicados entre 2018 y 2023, solo 41 realmente utilizaron un método formal para probar qué tan sólida era la evidencia del alivio del dolor. En 17 de esos estudios, que cubrieron 13 condiciones de salud, en ninguno se encontraron pruebas sólidas.
Solo siete conclusiones se calificaron como evidencia de certeza moderada, lo que indica asociaciones beneficiosas entre los masajes terapéuticos y el alivio del dolor. Todas las demás conclusiones se calificaron como evidencia de certeza baja o muy baja.
“Este estudio encontró que, a pesar de una gran cantidad de ensayos clínicos aleatorios, las revisiones sistemáticas de los masajes terapéuticos para condiciones de salud dolorosas en adultos solo calificaron una minoría de conclusiones como evidencia de certeza moderada; y que las conclusiones con evidencia de certeza moderada o alta de que estos masajes son superiores a otras terapias activas fueron poco comunes”, escribieron los autores en el artículo.
¿PARA QUÉ SIRVEN LOS MASAJES TERAPÉUTICOS?
El masaje ayuda a aumentar el flujo sanguíneo a los tejidos, lo que puede mejorar el suministro de oxígeno y nutrientes al tiempo que elimina productos de desecho como el ácido láctico. También mejora el funcionamiento del sistema linfático al ayudar en la eliminación de toxinas y reducir la hinchazón.
Técnicas como amasar y acariciar ayudan a aliviar la tensión muscular al romper las adherencias y el tejido fibroso en los músculos, y también pueden mejorar la flexibilidad y el rango de movimiento al aflojar los músculos y tendones tensos.
“Los estudios incluidos fueron revisiones sistemáticas de masajes terapéuticos para el dolor en condiciones de salud de adultos que calificaron formalmente la certeza, calidad o solidez de la evidencia para sacar conclusiones”, escribieron los autores.
“Los estudios de terapia de masajes deportivos, osteopatía, ventosas secas o punción seca y masajes terapéuticos internos [por ejemplo, para el dolor del suelo pélvico] no fueron elegibles, ni las técnicas de terapia de masaje autoadministradas, como el uso de rodillos de espuma”, añadieron.
Las condiciones revisadas en los distintos artículos incluyeron dolor relacionado con el cáncer, de espalda, de cuello crónico, fibromialgia, dolor de parto, de cuello mecánico, miofascial, necesidades de cuidados paliativos, fascitis plantar y los dolores poscirugía de cáncer de mama, poscesárea, posparto y postoperatorio.
SE NECESITAN MÁS ENSAYOS CLÍNICOS ALEATORIOS DE ALTA CALIDAD
El artículo reveló que la mayoría de las revisiones sistemáticas concluyeron que la certeza de la evidencia era baja o muy baja, y destacó una necesidad significativa de ensayos clínicos aleatorios de alta calidad para fortalecer la evidencia de la efectividad de los masajes terapéuticos para el manejo del dolor.
Los hallazgos sugieren que la terapia de masaje es generalmente beneficiosa para aliviar el dolor, pero se necesitan estudios más rigurosos para establecer su superioridad ante otros tratamientos.
“Aunque esta revisión sistemática encontró que la cantidad de conclusiones sobre la efectividad del masaje terapéutico con certeza de evidencia moderada fue mayor ahora que en 2018, todavía es pequeña en relación con la necesidad que se tiene”, escribieron los investigadores.
“Se necesitan más ensayos clínicos aleatorios de alta calidad para proporcionar una base de evidencia más sólida para evaluar el efecto del masaje terapéutico sobre el dolor. Para las afecciones dolorosas que no tienen evidencia de certeza al menos moderada que respalde el uso de los masajes terapéuticos son necesarios nuevos estudios que aborden las limitaciones de la investigación existente.
“La mejor manera de avanzar en el campo de la terapia de masaje sería educar a la comunidad investigadora en general con definiciones más claras de masaje terapéutico y, si es apropiado, incluir múltiples modalidades en la misma revisión sistemática”.