Un grupo de científicos descubrió una intervención simple y accesible para el dolor de espalda, o lumbar, y se espera que ayude a los más de 600 millones de personas en todo el mundo que padecen esta afección.
El dolor crónico y de corta duración en la zona lumbar puede afectar a cualquier persona y es la principal causa de discapacidad en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. Los episodios repetidos son muy comunes, y 70 por ciento de quienes se recuperan de uno experimentan recurrencia en el lapso de un año.
“Hoy en día se reconoce que el dolor lumbar es complejo, y una variedad de factores contribuyen a su desarrollo, incluidos factores físicos, psicológicos, sociales y de estilo de vida“, dijo a Newsweek Natasha Pocovi, becaria posdoctoral en el Departamento de Ciencias de la Salud en la Universidad Macquarie, en Australia.
“A menudo, el dolor lumbar ocurre cuando le exigimos más a nuestra espalda de lo que sus estructuras (músculos, articulaciones, discos vertebrales, etcétera) pueden tolerar. Por ejemplo, levantar algo demasiado pesado, estar y moverse en posiciones incómodas o permanecer quieto en cierta postura durante demasiado tiempo”.
LOS MÉTODOS TRADICIONALES PARA ATACAR EL DOLOR DE ESPALDA SON MUY CAROS
“A veces el dolor lumbar se da a causa de un impacto directo o una lesión, y muy raramente puede haber causas más alarmantes, como una fractura, una infección o un cáncer”, agregó la especialista.
Investigaciones anteriores han demostrado que los programas de ejercicio en grupo, generalmente con una estrecha supervisión clínica y el uso de equipos especializados, pueden ser eficaces para reducir el dolor lumbar.
Sin embargo, los métodos pueden tener un costo elevado y es posible que no sean accesibles para todos. A pesar de esto, de acuerdo con una investigación de Pocovi y sus colegas de la Universidad Macquarie, se puede lograr un manejo y una prevención eficaces sin gastar un centavo: caminando.
“Caminar es un ejercicio sencillo, de bajo costo y ampliamente accesible que casi cualquier persona puede realizar independientemente de su ubicación geográfica, edad o estatus socioeconómico”, dijo en un comunicado Mark Hancock, profesor de fisioterapia en la Universidad Macquarie y autor principal del estudio.
El análisis siguió a 701 adultos que se habían recuperado recientemente de un episodio de dolor lumbar. A la mitad de los participantes los asignaron a un programa de caminata individualizado, además de seis sesiones educativas guiadas por un fisioterapeuta, durante un periodo de seis meses. Mientras, la otra mitad funcionó como grupo de control. Luego, los investigadores siguieron a los participantes por un tiempo de entre uno y tres años.
¿POR QUÉ CAMINAR ES UN BUEN REMEDIO CONTRA EL DOLOR?
“El grupo de intervención tuvo menos casos de dolor que limitó la actividad física en comparación con el grupo de control, y un periodo promedio más largo antes de que sufrieran una recurrencia, con una mediana de 208 días en comparación con 112 días”, dijo Hancock.
En otras palabras, los participantes pasaron casi el doble de tiempo sin recurrencia del dolor de espalda si caminaban regularmente en comparación con aquellos que no lo hicieron.
Entonces, ¿por qué vemos estas asociaciones positivas? “Los beneficios de caminar podrían haber sido los movimientos suaves, la carga y el fortalecimiento de las estructuras y músculos de la columna, la relajación y el alivio del estrés que proporciona, y la liberación de endorfinas que nos hacen sentir bien”, dijo Pocovi, experta del Departamento de Ciencias de la Salud en la Universidad Macquarie.
“La educación que brindó el fisioterapeuta tenía como objetivo brindar a las personas una mejor comprensión del dolor, reducir el miedo asociado con el ejercicio y el movimiento, y brindarles la confianza para controlar su dolor”, añadió.
Caminar también conlleva una serie de otros beneficios para la salud, como una mejor salud cardiovascular, densidad ósea, control de peso y una mejor salud mental.
“Es difícil determinar cuál de estos elementos contribuyó más a prevenir el dolor de espalda, pero probablemente sea una combinación de ellos”, mencionó Pocovi.
CAMINAR ES UN MÉTODO SENCILLO PARA AUTOCONTROLAR EL DOLOR DE ESPALDA
Tampoco es necesario caminar 20,000 pasos al día para ver estos resultados. “En el ensayo, la cantidad de caminata que cada persona completó se individualizó en función de una variedad de factores, incluida su edad, capacidad física, preferencias y disponibilidad de tiempo”, dijo.
“Les dimos una guía aproximada para que aumentaran gradualmente hasta 30 minutos, cinco veces por semana —agregó Pocovi—. Después de tres meses, la mayoría de las personas que participaron caminaban de tres a cinco días a la semana durante un promedio de 130 minutos por semana”.
Sin embargo, caminar por sí solo puede no ser suficiente para mitigar la recurrencia del dolor lumbar. “El dolor es complejo y puede ser causado por varios factores”, explicó la autora del estudio.
“En términos de estilo de vida, a menudo vemos al dolor lumbar presentarse junto con estrés, ansiedad, hábitos poco saludables (como un estilo de vida sedentario, fumar, beber), obesidad y sueño deficiente o inadecuado. Abordar estos problemas puede ser importante para algunos pacientes para quienes son problemáticos estos factores”.
Aun así, caminar ofrece un método sencillo para autocontrolar el dolor de espalda. “Nuestro estudio demostró que este medio de ejercicio eficaz y accesible tiene el potencial de implementarse con éxito a una escala mucho mayor que otras formas de ejercicio”, concluyó Natasha Pocovi.