Además de los ya conocidos, beber agua de botellas de plástico, especialmente en un día caluroso y soleado, implica nuevos y severos riesgos para la salud, según revela un grupo de científicos chinos.
Análisis globales estiman que, en todo el mundo, se consume un millón de botellas de agua cada minuto. Muchos de estos consumidores optan por el agua embotellada como una alternativa “más segura” que el agua del grifo porque tiene menos contaminantes. Sin embargo, ello depende en gran medida de la calidad del agua potable local.
En el pasado, la ciencia ha advertido que algunas sustancias químicas relacionadas con desequilibrios hormonales, como el bisfenol A o BPA, pueden filtrarse de estos recipientes de plástico, y se han encontrado cientos de miles de partículas de plástico en cada litro de agua embotellada.
Ahora, una investigación reciente identificó un nuevo peligro en estas botellas de plástico, específicamente cuando se dejan al sol. En un estudio, publicado en la revista Eco-Environment & Health, científicos de la Universidad de Jinan, en China, analizaron la mezcla de gases liberados por seis tipos de botellas de agua de plástico tras ser expuestas a la luz solar y la radiación UVA.
Las botellas procedían de diferentes países (Canadá, Italia, Nueva Zelanda, Japón y China) e incluían agua de manantial, destilada y artesiana (de acuíferos profundos).
EL SOL PROVOCA QUE LAS BOTELLAS DE AGUA LIBEREN COMPUESTOS TÓXICOS
Las botellas emitieron un complejo coctel de diferentes sustancias químicas, con una variación significativa entre los diferentes tipos de agua. Entre estas muchas sustancias químicas se encontró el n-hexadecano, altamente tóxico y cancerígeno, junto con varios otros carcinógenos conocidos.
“Nuestros hallazgos proporcionan evidencia convincente de que las botellas de plástico, cuando se exponen a la luz solar, pueden liberar compuestos tóxicos que plantean riesgos para la salud”, dijo en un comunicado Huase Ou, el investigador principal del estudio.
“Los consumidores deben ser conscientes de estos riesgos, especialmente en entornos donde el agua embotellada está expuesta a la luz solar durante periodos prolongados”, añadió.
Sin embargo, esto no significa que debas entrar en pánico porque una vez dejaste tu botella de agua en el sol mientras jugabas un partidito de futbol.
“Teniendo en cuenta la pequeña masa de una sola botella, la volatilización de estos compuestos potencialmente tóxicos por parte de un recipiente individual sería insignificante”, escribieron los investigadores.
“Incluso después de una exposición prolongada a la luz, los riesgos potenciales para la salud asociados con la inhalación [de sustancias químicas tóxicas] al abrir y beber agua embotellada parecen manejables”.
Aun así, investigaciones como esta se suman a un creciente conjunto de pruebas de que el agua embotellada no está libre de contaminación. Los autores dijeron que comprender cómo las condiciones ambientales pueden afectar las sustancias químicas liberadas en el agua embotellada puede ayudar a guiar a los fabricantes y a los organismos reguladores a garantizar la seguridad del producto y apoyar la salud pública.
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