En el mundo, aproximadamente 1,800 millones de adultos (31 por ciento, casi una tercera parte) no practicaron los niveles recomendados de actividad física en 2022, lo que se convierte en una amenaza a la salud mundial. La inactividad física entre los adultos siguió una tendencia preocupante entre 2010 y 2022, ya que disminuyó en cinco puntos porcentuales, informó la OMS, un dato preocupante por el riesgo de aumentar el padecimiento de distintas enfermedades.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los adultos dediquen cada semana 150 minutos de su tiempo a practicar una actividad física de intensidad moderada o 75 minutos si es de alta intensidad, o bien una actividad equivalente. El sedentarismo aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, como el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular, así como diabetes de tipo 2, demencia y ciertos tipos de cáncer, como el de mama y el de colon.
Este estudio, que es fruto de la colaboración entre investigadores de la OMS y profesores universitarios, se ha publicado en la revista The Lancet Global Health. El doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, dijo: “Estos datos revelan que hemos perdido la oportunidad de reducir la incidencia del cáncer y las cardiopatías y de mejorar el bienestar y la salud mental de las personas gracias a la actividad física.
“Debemos redoblar nuestros esfuerzos por aumentar los niveles de actividad física y aplicar medidas enérgicas para revertir esta preocupante tendencia, por ejemplo, formulando nuevas políticas y aumentando la financiación”.
Las tasas más altas de sedentarismo se observaron en los países de ingresos altos de la región de Asia y el Pacífico, con 48 por ciento, y de Asia meridional, con 45 por ciento, mientras que en otras regiones esta proporción osciló entre 28 por ciento de los países occidentales de ingresos altos y 14 por ciento en Oceanía.
En tanto, se siguen encontrando diferencias en función del sexo y la edad. Las mujeres continúan practicando menos actividad física que los hombres, y las tasas de inactividad son de 34 por ciento y 29 por ciento para cada sexo, respectivamente.
Sin embargo, en algunos países esta diferencia alcanza 20 por ciento. Por otro lado, se ha constatado que los mayores de 60 años no son tan activos como el resto de adultos, lo cual pone de manifiesto la importancia de promover la actividad física entre ese grupo de edad.
LA ACTIVIDAD FÍSICA DEBE SER MÁS ACCESIBLE
El doctor Rüdiger Krech, director de Promoción de la Salud de la OMS, explicó: “La falta de actividad física es una amenaza silenciosa para la salud mundial y contribuye enormemente a aumentar las enfermedades crónicas. Necesitamos encontrar formas innovadoras de motivar a las personas a mantenerse más activas teniendo en cuenta factores como su edad, su entorno y su cultura.
“Hay que conseguir que la actividad física sea más accesible, asequible y agradable para todas las personas, porque de ese modo reduciremos considerablemente el riesgo de que padezcan enfermedades no transmisibles y mejoraremos la salud y la productividad de todos”.
A pesar de estos resultados, se observan signos de mejora en algunos países. Casi la mitad de los países del mundo han progresado en algún aspecto en el último decenio, y 22 países tienen probabilidades de alcanzar la meta mundial de reducir la inactividad en 15 por ciento de aquí a 2030 si mantienen el mismo ritmo.
Newsweek en Español