Dos hermanos originarios de El Salvador que han pasado la mitad de sus vidas en Estados Unidos fueron deportados años después de huir de la violencia y llegaron al país sin tener familiares que les presten ayuda.
El 7 de mayo, los hermanos José y Josué Trejo López, ambos de Central Islip, Nueva York, fueron deportados a El Salvador. Fueron detenidos inicialmente en marzo tras un control migratorio rutinario en una oficina estatal, según informes locales que citan a su abogado, Ala Amoachi.

Los hermanos fueron detenidos durante un registro de rutina en marzo, retenidos en centros de detención federales y deportados el 7 de mayo, poco antes de la graduación programada de la escuela secundaria de Josué.
“No somos una amenaza para el país. No somos criminales”, afirma con resignación el salvadoreño José López, de 20 años, en entrevista con el medio estadounidense NBC el jueves 15 de mayo.
La pareja llegó a Estados Unidos en 2016, cuando tenían 10 y 11 años. Amoachi dijo que su madre los trajo a Estados Unidos para escapar de la violencia de las pandillas en El Salvador, en particular de la MS-13.
Amoachi afirmó que los hermanos, quienes fueron deportados mientras tenían abiertas solicitudes de protección migratoria especial, fueron detenidos al entrar ilegalmente por la frontera sur en ese momento. Tras ser puestos inicialmente en proceso de deportación, fueron liberados en Estados Unidos.
Dos años después, según Amoachi, un juez de inmigración denegó el asilo de los hermanos. Fue entonces cuando iniciaron el proceso de apelación y comenzaron a presentarse regularmente.
Vivían con su madre y su hermano menor en Georgia antes de mudarse a Central Islip el año pasado para vivir con su padrastro.
La madre de ambos, Alma López, se los llevó a Estados Unidos en 2016 y solicitaron asilo, alegando que huían de las pandillas, pero en los siguientes nueve años la petición fue denegada tres veces.
Sin embargo, nunca incumplieron sus citas migratorias y se reportaban regularmente con funcionarios de inmigración, según su madre.
“Siempre los hemos presentado ante inmigración. Nunca fallamos en la corte ni un reporte con ICE, nada. Todo el tiempo estuve ahí yo presente con ellos. Son buenas personas. Sólo pido que tengan otra oportunidad de regresar a este país“, declaró Alma, quien vive en Estados Unidos con otro hijo con discapacidad.
Durante una conversación por Zoom con periodistas, los hermanos López expresaron su angustia por su situación actual y pidieron ayuda.
Los connacionalespor ahora viven con un amigo de la familia en El Salvador, pero según Josué, no poseen documentos ni locales ni de Estados Unidos, y temen salir a la calle. “El miedo todavía sigue de que nos pueda pasar algo”, señala.
Sus sueños truncados de trabajar como soldador y planificador financiero para ayudar a su madre y su hermano menor también son objeto de preocupación.
“Me gustaría estudiar soldadura, ir a escuelas técnicas y sacar a mi mamá, a mi hermanito y a toda mi familia adelante”, dice Josué con ilusión, mientras su hermano anhela otra oportunidad.
Las versiones
El abogado Ala Amoachi, en declaraciones a News 12 Long Island: “Josué y José son jóvenes amables que han vivido en Estados Unidos desde que tenían apenas 10 y 11 años. No tienen antecedentes penales y Estados Unidos es el único hogar que realmente conocen.
A pesar de tener peticiones pendientes de Estatus Especial de Inmigrante Juvenil, y de que un juez del Tribunal de Familia determinó que devolverlos a El Salvador no era lo mejor para ellos, nuestro gobierno los sometió a un trato inhumano y los deportó abruptamente. No solo fue injusto, sino desgarrador. Seguiré luchando por ellos y por los valores de compasión y justicia que este país debe defender.
José López, por Zoom: “Llamé a mi mamá como a las 5:30 y le dije: ‘Nos van a deportar. El avión está afuera. Nos van a poner grilletes, y te aviso'”.
Josué López, en Zoom: “No conozco a nadie, no salgo, siempre estoy sentado, triste porque quiero estar con mi hermanito, quiero estar con mi mamá”.
Uno de los principales temas de la campaña del presidente Donald Trump para 2024 fue frenar la inmigración ilegal y reforzar las fronteras de Estados Unidos. El método empleado por su administración para aplicar esta medida, incluyendo redadas de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas ( ICE ), ha generado un intenso debate . Entre las iniciativas más recientes se incluye la eliminación de la ciudadanía automática por nacimiento , que se tramita por vía legal.
Un caso que ganó amplia atención involucró al ciudadano estadounidense Abrego García, quien fue deportado a El Salvador después de que la administración Trump alegara que tenía vínculos con la pandilla MS-13.
Una campaña de GoFundMe que buscaba recaudar 50.000 dólares para el caso de los hermanos López había recaudado más de 26.300 dólares hasta el 16 de mayo. También se creó una petición en Change.org el 7 de mayo.
Con información de Newsweek Internacional