El Papa León XIV condenó el espectro de una “tercera guerra mundial” en su primer discurso dominical, abordando las crisis internacionales pocos días después de convertirse en el nuevo líder de la Iglesia católica.
Desde el balcón de la Basílica de San Pedro, Robert Francis Prevost, de 69 años y nacido en Chicago, saludó a decenas de miles de personas reunidas bajo él en la Plaza de San Pedro, que vitoreaban, aplaudían con entusiasmo y ondeaban banderas.
🇻🇦 VIDEO: Pope Leo XIV arrives to hold his first Regina Coeli prayer in St. Peter’s Square and greets the large crowd of worshippers three days after his election. pic.twitter.com/VxwXDvYoNo
— AFP News Agency (@AFP) May 11, 2025
“Queridos hermanos y hermanas, ¡feliz domingo!”, sonrió el primer pontífice procedente de Estados Unidos, en apenas su segunda aparición pública oficial desde que fue elegido Papa el jueves en un cónclave secreto de cardenales.
Pero a pesar del ambiente festivo, el 267.º pontífice abordó la turbulenta actualidad con franqueza. Tras una breve oración a la Virgen María, citó el reciente 80.º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, un conflicto que cobró la vida de 60 millones de personas.
En el dramático escenario actual de una tercera guerra mundial… como ha reiterado el Papa Francisco, me dirijo también a los poderosos del mundo, repitiendo el llamamiento siempre actual: ¡No más guerra!, instó Leo desde el balcón.
Al igual que su predecesor, Francisco, apeló a una “paz genuina, justa y duradera” en Ucrania y dijo que estaba “profundamente entristecido” por los acontecimientos en la Franja de Gaza, pidiendo un alto el fuego en la guerra entre Israel y Hamás.
“Es necesario proporcionar ayuda humanitaria a la exhausta población civil y liberar a todos los rehenes”, afirmó.
‘Modelos creíbles’
La novedad de un Papa nacido en Estados Unidos -que pasó gran parte de su vida como misionero en Perú y tiene ciudadanía peruana- atrajo el domingo a gente de todo el mundo, ansiosa por ver con sus propios ojos al modesto y apacible pontífice.
Algunos llevaban banderas nacionales o religiosas y símbolos católicos, mientras grupos de jóvenes tocaban guitarras o cantaban canciones mientras esperaban la aparición de Leo en el balcón.
Gloria Rojas Quintana, una estudiante española de 26 años, dijo a la AFP que se sentía aliviada de que Leo pareciera estar hecho a imagen de Francisco.
“Continuó en la línea de su antecesor, se pronunció sobre los conflictos internacionales que tanto nos preocupan”, afirmó Quintana.
También acogió con satisfacción la mención que hizo Leo de los jóvenes, diciendo que éstos necesitan “mirar modelos creíbles de generosa dedicación a Dios y a sus hermanos y hermanas”.
León – el primer Papa agustino – saludó a aquellos en la Iglesia que seguían un llamado, especialmente “aquellos en el sacerdocio y en la vida consagrada”, diciéndoles que la Iglesia tenía una “gran necesidad” de ellos.
Como Papa, León tendrá que afrontar la solución de las divisiones dentro de la Iglesia, renovar la fe entre los 1.400 millones de católicos del mundo y abordar una serie de desafíos actuales que pesan sobre la institución con más de 2.000 años de antigüedad.
Muchos en la multitud expresaron su esperanza de que Leo pueda ser una figura unificadora dentro de la Iglesia fracturada y en el mundo más allá.
Alejandrina Espinosa, de 59 años, de la población quechua de Perú, dijo a AFP que lloró cuando se enteró de que el nuevo Papa había pasado más de 20 años en misiones en Perú.
“Nos robó el corazón, porque despertó el cristianismo. El Papa dirigió su obra hacia los pueblos olvidados y desolados”, declaró Espinosa a la AFP.
Espero que este Papa pueda unir a todas las religiones para salvar al mundo, porque la humanidad vive una crisis humanitaria. Nos estamos matando unos a otros.
Antes de su aparición del domingo, León descendió a las Grutas del Vaticano, en las profundidades de la basílica, para celebrar la misa cerca de la tumba de San Pedro, dijo el Vaticano.
En una homilía allí, dijo que la gente necesita “saber escuchar para no juzgar, no cerrar puertas pensando que tenemos toda la verdad y nadie más nos puede decir nada”, según el Vaticano.
Homenaje a Francisco
En las primeras pistas sobre la dirección de su pontificado, León dijo el sábado que estará guiado por el legado de Francisco -que murió el 21 de abril a los 88 años- “con su ejemplo de completa dedicación al servicio y a la sobria sencillez de vida”.
El sábado por la noche, León rezó ante la sencilla tumba de mármol de Francisco dentro de la basílica de Santa María la Mayor de Roma.
Al igual que Francisco, León comparte un compromiso con los pobres y desfavorecidos y un enfoque en los católicos en áreas alejadas de Roma.
El estilo personal del nuevo Papa parece ser menos directo que el del a veces impulsivo Francisco, un progresista que a menudo causó revuelo en la Curia romana, o gobierno de la Santa Sede, durante sus 12 años de papado.
«Estamos al comienzo de su pontificado, pero los primeros pasos ya nos infunden gran ánimo y consuelo. Incluso la reacción del pueblo, tan hermosa y entusiasta, dice mucho», declaró el cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, al diario Corriere della Sera el domingo.
Avante a toda máquina
De cara al futuro, el Papa tiene una agenda cargada de encuentros y audiencias, que comenzará el lunes cuando será presentado oficialmente a los medios internacionales que llegaron a Roma para cubrir su elección.
Tiene previsto reunirse con diplomáticos en el Vaticano el viernes y luego el domingo 18 de mayo presidirá la misa inaugural en San Pedro para marcar el inicio de su pontificado.
Francisco nombró a Leo cardenal en 2023 después de elegirlo para dirigir el poderoso Dicasterio de los Obispos, que asesora al pontífice en los nombramientos de obispos.