El Salvadoreño Kilmar Abrego García, un inmigrante detenido en Maryland que ha estado en el centro de las controversias por las políticas migratorias de EEUU, ha sido trasladado de la famosa prisión de máxima seguridad del CECOT de El Salvador a un centro de detención de menor seguridad en Santa Ana, según el senador norteamericano Chris Van Hollen.
El demócrata de Maryland viajó a este país centroamericano para reunirse con Abrego García, de quien dijo que había quedado “traumatizado” durante casi tres semanas de encarcelamiento en la instalación de alta seguridad conocida por abusos contra los derechos humanos.
“Se trata de salvaguardar los derechos constitucionales de todos los que viven en Estados Unidos”, dijo Van Hollen el viernes.
A su regreso a Estados Unidos, el senador brindó una conferencia de prensa en Washington junto a la familia de García Abrego donde dio detalles de la reunión sostenida con el salvadoreño deportado el 15 de marzo pasado junto con migrantes venezolanos, que fueron recluidos en el Cecot.

“Me contó, -y esto fue ayer (jueves), o sea, nueve días a partir de hoy-, lo trasladaron a otro centro de detención en Santa Ana, donde las condiciones son mejores. Sin embargo, dijo que, a pesar de las mejores condiciones, aún no tiene acceso a noticias del mundo exterior ni posibilidad de comunicarse con nadie del exterior”, dijo Van Hollen, quien aseguró que es la primera conversación que tiene con alguien “desde que fue secuestrado”.
Según Van Hollen, Abrego García dijo que anteriormente había estado recluido en una celda con otros 25 reclusos y que estaba “traumatizado por estar en CECOT”, y expresó su temor a los presos de los bloques de celdas cercanos que se burlaban de él regularmente.
El senador describió un momento profundamente emotivo durante su reunión. Abrego García, vestido de civil y con una gorra de béisbol, se mostró visiblemente angustiado al hablar de su familia, en particular de su hijo de 5 años con autismo, quien lo acompañaba cuando fue arrestado por las autoridades estadounidenses en Maryland.
Mientras Van Hollen contaba el deseo de Abrego García de hablar con su esposa, Jennifer, se secó las lágrimas.
“De inmediato se puso a llorar a mares; se le veían las lágrimas rodar por la mejilla”, dijo Van Hollen. “Y dijo que lo que más le preocupaba era cómo estaban”.
Van Hollen afirmó que el vicepresidente de El Salvador confirmó que no había indicios de que Ábrego García hubiera cometido ningún delito. El senador acusó al gobierno salvadoreño de aceptar pagos de Estados Unidos para detener a Ábrego García.
“Se trata de traer a casa a un hombre que, según admiten, nunca debería haber sido secuestrado”, dijo.
“Fotos montadas y teatro político”
A pesar de los continuos esfuerzos diplomáticos, el gobierno salvadoreño ha señalado que no liberará a Ábrego García .
El presidente Nayib Bukele publicó una foto de la reunión entre Van Hollen y el prisionero, afirmando que Ábrego García “tiene el honor de permanecer bajo custodia de El Salvador”.
Van Hollen afirmó que funcionarios salvadoreños les dieron margaritas a ambos hombres durante su reunión. El senador afirmó que les dieron las bebidas únicamente por las fotos, que luego circularon junto con imágenes de los tatuajes de Ábrego García, acciones que Van Hollen calificó como un intento de trolear y distorsionar la gravedad de la situación.

“Esta es una lección de hasta dónde está dispuesto a llegar el presidente Bukele para engañar a la gente sobre lo que está sucediendo. Y también muestra hasta dónde está dispuesto a llegar Trump”, dijo Van Hollen.
El salvadoreño Ábrego es uno de los más de 200 migrantes -en su mayoría venezolanos- que fueron expulsados de EE.UU. y enviados a la prisión de alta seguridad sin posibilidad de apelar sus casos ante una corte, en lo que grupos en defensa de los derechos humanos han calificado como “desaparición forzada”.
Los señalamientos de Trump y de Seguridad Nacional
El presidente estadounidense, Donald Trump, redobló este viernes su ataque contra Kilmar Ábrego García, citando una investigación no concluyente sobre el hombre y un caso de asesinato ajeno a él.
En declaraciones a la prensa en el Despacho Oval, Trump fue preguntado por la reunión de ayer en El Salvador del senador demócrata Chris Van Hollen con Ábrego García, e insistió en que el hombre era un “extranjero ilegal” y miembro de la pandilla MS-13, tras lo que la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, le entregó un folio con su supuesto historial criminal, que el presidente afirmó venía “del Departamento de Estado y fuentes muy legítimas”.
El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS, en inglés) publicó un “informe investigativo” sobre Ábrego García que lo tilda de “sospechoso de trata”.
Esas sospechas parten de una retención de tráfico en 2022, en la que fue hallado en su vehículo con ocho personas a las que supuestamente trasladaba desde Texas sin equipaje para un “trabajo de construcción”; no obstante, solo recibió una citación de aviso por conducir con una licencia expirada.
En ese mismo informe, el DHS dice que en 2019, la unidad de pandillas de la Policía del condado de Prince Georges (Maryland) lo “validó” como miembro de la MS-13 porque una “fuente” lo identificó como tal.
Ese año, fue detenido por autoridades migratorias después de que un informante anónimo lo vinculara con la MS-13. Él presentó una petición de asilo y protección contra la deportación, y esta última fue aprobada por el juez.
Lo que se está diciendo
El senador Chris Van Hollen, durante una conferencia de prensa tras regresar de El Salvador el viernes, declaró: «El presidente Trump y su administración quieren afirmar que quienes luchan por defender nuestra Constitución no quieren combatir la violencia de pandillas. Eso es una mentira descarada. Es una gran mentira».
El presidente Donald Trump, durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca el viernes: “Se refieren a Abrego García: es un inmigrante ilegal, miembro de la pandilla MS-13 y terrorista extranjero. Esto proviene del Departamento de Estado y de fuentes muy legítimas, supongo. Solo les estoy dando lo que me dieron, pero se supone que esto es información certificada”.
El juez Harvie Wilkinson III escribió en un fallo del Tribunal de Apelaciones del 4.º Circuito de los Estados Unidos: «El respeto que los tribunales deben otorgar al Ejecutivo debe ser correspondido con el respeto del Ejecutivo a los tribunales. Este caso presenta una oportunidad única para reivindicar ese valor y para sacar lo mejor de nosotros mientras aún estamos a tiempo».