Ecuador y Venezuela tuvieron un choque diplomático luego de que Quito señaló a funcionarios del servicio de inteligencia venezolana de haber sustraído en Caracas material electoral de los comicios en los que fue reelegido el presidente Daniel Noboa.
La cancillería ecuatoriana consideró el hecho como «repudiable» y una «violación» a la valija diplomática. En tanto que el canciller venezolano, Yván Gil, tachó de «triste y risible» el comunicado de Quito.
Noboa, quien extenderá su mandato hasta 2029, tiene una relación distante con algunos gobiernos de izquierda de la región como México, Colombia y Venezuela, que se han abstenido de reconocer su triunfo tras las denuncias de fraude de su rival Luisa González.
Observadores internacionales descartaron la manipulación de actas y consideraron que fue una elección transparente.
De acuerdo con la cancillería de Ecuador, hombres armados que se identificaron como funcionarios del servicio de inteligencia venezolana, SEBIN, sustrajeron el martes siete paquetes que contenían papeletas electorales. Sin embargo, luego fueron devueltos a la empresa de mensajería que los transportaba.
El material nunca fue usado pues la autoridad electoral suspendió las votaciones de ecuatorianos en Venezuela por problemas administrativos y económicos.
«Este repudiable hecho resulta más grave considerando que el referido material electoral estaba marcado como valija diplomática», señaló en un comunicado la cancillería.
También dispuso el retorno de dos funcionarios ecuatorianos que permanecían en Venezuela «al no tener las garantías de seguridad mínimas en ese país» y pidió que la autoridad electoral verifique «alteraciones o manipulaciones» de las papeletas.
«Quieren hacernos creer que su fracaso electoral, su derrota moral, puede taparse con estas patrañas diplomáticas», escribió el canciller venezolano en su canal de Telegram.
González, heredera del expresidente socialista Rafael Correa (2007-2017), dijo el miércoles que impugnará los resultados sin precisar cuándo. La abogada expresó que fueron «más de un millón de votos arrebatados en una elección injusta y desigual».
Miembros del partido de González denunciaron una persecución en su contra, a lo que el presidente colombiano Gustavo Petro reaccionó ofreciéndoles asilo.
