Los arqueólogos han descubierto en El Salvador cinco “títeres” o figuras de cerámica que se cree fueron utilizados para realizar rituales en la cima de una estructura piramidal precolombina centroamericana.
Las figurillas de cerámica, que datan de alrededor del año 400 a. C., fueron encontradas durante excavaciones en San Isidro, en el distrito de Sonsonate, El Salvador.
Este hecho ha dado la vuelta al mundo y ha sido divulgado por agencias de noticias y medios especializados,
Un grupo de científicos de la Universidad de Varsovia, Polonia, se encuentran en El Salvador desde 2021 explorando el sitio arqueológico de San Isidro, ubicado en el municipio de Izalco, Sonsonate, al oeste de El Salvador.
El director de este proyecto, Jan Szymanski, quien hace cuatro años aseguró que el lugar “tiene el potencial para ser uno de los principales asentamientos Maya del país”.

Al referirse a los descubrimientos divulgados esta semana, el arqueólogo polaco dijo que “una de las características más llamativas de las marionetas son sus dramáticas expresiones faciales, que cambian dependiendo del ángulo desde el que las miremos”.
El comunicado firmado por Szymański detalla que “vistos desde arriba parecen casi sonrientes, pero cuando se los mira desde un ángulo horizontal se vuelven enojados o desdeñosos, para luego asustarse cuando se los ve desde abajo. Se trata de un diseño consciente, tal vez destinado a realzar la gama de representaciones rituales en las que podrían haberse utilizado los títeres”.
Szymanski trabaja en la Facultad de Arqueología de la Universidad de Varsovia, y junto a un equipo de geólogos y físicos han explorado por meses la primera parte de este proyecto, que inició hace cuatro años con una “etapa no invasiva”, es decir, mediante el levantamiento topográfico y geofísico del espacio.
Se comenzó utilizando equipo de última generación para mostrar qué se encuentra bajo la superficie del suelo sin excavar.
La arqueología es un desafío mayor en El Salvador
Según Szymański, la arqueología es un desafío mayor en El Salvador que en los países vecinos: muchos sitios están ocultos por erupciones volcánicas y la alta densidad de población de la república dificulta las excavaciones.
“Se sabe muy poco sobre las identidades y afiliaciones etnolingüísticas de los creadores de asentamientos antiguos anteriores a la llegada de los europeos a principios del siglo XVI”, dijo, y agregó: “Esto empeora cuanto más atrás en el tiempo miramos”.
Al investigar el sitio de San Isidro, que hasta entonces no había sido excavado, Szymański y su colega Gabriela Prejs descubrieron las cinco marionetas como parte de lo que parecía un depósito funerario (aunque no contenía restos humanos) en la parte superior de la estructura piramidal más grande.

Esta ubicación prominente sugiere que las figuras estaban involucradas en rituales importantes y potencialmente públicos.
“Este hallazgo es sólo el segundo grupo de este tipo encontrado in situ y el primero que presenta una figura masculina”, señaló Szymański.
Junto a las marionetas, el equipo también encontró colgantes de jade, dos pilas de recipientes para servir y una piedra de moler rota.

Tres de las cinco figuras tienen cabezas articuladas, lo que les da un aspecto no muy distinto al de las muñecas de juguete modernas. Los investigadores creen que se utilizaron para escenificar un “cuadro”, aunque tal vez nunca sepamos qué mensajes transmitían esas escenas.
Lo que sí parece claro de los hallazgos es que el San Isidro precolombino intercambió costumbres y tradiciones con grupos de otras partes de Centroamérica.
El estilo de las figurillas de cerámica, por ejemplo, también se ve en el sur de Guatemala, mientras que otros artefactos encontrados junto a ellas (por ejemplo, los colgantes de jade) también se conocen en Costa Rica, Nicaragua y Panamá.
“Revela la existencia de comunidades vibrantes y de largo alcance, capaces de intercambiar ideas con lugares notablemente distantes”.