Las fuerzas de Israel realizaron un ataque aéreo en la Franja de Gaza después de que un proyectil enemigo fuera disparado desde el territorio palestino.
El ejército confirmó en un comunicado que el bombardeo tuvo como objetivo el punto exacto desde donde se lanzó el misil, así como otro sitio de lanzamiento en la misma zona.
La situación eleva la tensión en la región, en un momento crítico para el frágil cese del fuego.
Mientras tanto, la primera fase de la tregua, vigente tras 15 meses de conflicto, se acerca a su fecha límite sin un acuerdo sólido para extenderla. Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, advirtió que el país está listo para reanudar la guerra “en cualquier momento”, especialmente después de haber pausado la liberación de prisioneros palestinos. Hasta ahora, Hamas ha intercambiado 25 rehenes israelíes a cambio de más de 1.100 presos.
La decisión de suspender la liberación de prisioneros fue justificada por Netanyahu con el argumento de que los rehenes israelíes estaban siendo sometidos a “humillantes ceremonias” en Gaza antes de su entrega. En respuesta, Hamas alertó que esta medida podría poner en riesgo el acuerdo de cese al fuego, avivando aún más la incertidumbre sobre el futuro de la tregua.
En otro frente, el ejército israelí informó que desmanteló arsenales y confiscó un importante cargamento de armas en la frontera con Siria, específicamente en la zona de amortiguación.
Estas armas pertenecían a las fuerzas del régimen de Bashar al Assad, derrocado a principios de diciembre tras una ofensiva de grupos rebeldes y yihadistas. Soldados israelíes han intensificado los operativos para localizar y destruir armamento que represente una amenaza para la seguridad del país.
Con la caída de Al Assad, ahora exiliado en Rusia, la situación en la frontera sigue siendo inestable y plantea un nuevo desafío para la seguridad de Israel.