En la conmemoración del Día Mundial del Medioambiente, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) destaca la urgencia de la restauración de los ecosistemas para combatir la desertificación y construir resiliencia a la sequía. En un mensaje para la fecha, el secretario general del organismo, Antonio Guterres, advierte que hasta 40 por ciento de las tierras del planeta están degradadas, ello afecta directamente a la mitad de la población mundial.
Este 5 de junio, en el Día Mundial del Medioambiente, la ONU advierte que el número y la duración de las sequías han aumentado 29 por ciento desde el año 2000 y, sin una acción urgente, las sequías pueden afectar a más de tres cuartas partes de la población mundial para 2050.
La restauración de tierras es un pilar fundamental de la Década de las Naciones Unidas para la Restauración de Ecosistemas, que se extiende hasta 2030, y un llamamiento a la protección y revitalización de ecosistemas en todo el mundo, fundamental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Por eso el Día Mundial del Medio Ambiente de 2024 se centra en la restauración de la tierra, la interrupción de la desertificación y el desarrollo de la resistencia a la sequía. En su mensaje Guterres también afirma que un “cóctel tóxico de contaminación, caos climático y diezmación de la biodiversidad está transformando tierras sanas en desiertos y ecosistemas prósperos en zonas muertas”.
DÍA MUNDIAL DEL MEDIOAMBIENTE: ATRAPADOS EN UN CICLO MORTAL
Guterres advierte que los bosques y los pastos están siendo aniquilados, lo que resulta en menos fuerza de la tierra para apoyar los ecosistemas, la agricultura y las comunidades. Para el jefe de la ONU, esto significa cosechas perdidas, fuentes de agua desapareciendo, economías debilitadas y comunidades amenazadas, con los más pobres siendo los más afectados.
Guterres afirma que “estamos atrapados en un ciclo mortal”, en el que el uso de la tierra es responsable de 11 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono que calientan nuestro planeta. Pide a todos los países que cumplan con sus compromisos para restaurar ecosistemas y tierras degradadas, además del Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal.
LA POBLACIÓN RURAL, LA MÁS AFECTADA
En este Día Mundial del Medio Ambiente, la directora ejecutiva del Programa de la ONU para el Medioambiente, Inger Andersen, señaló que la degradación del suelo y la desertificación afectan a más de 3,000 millones de personas y a los ecosistemas de agua dulce, lo que dificulta el cultivo de alimentos y la cría de ganado. Esta situación afecta desproporcionadamente a los pequeños agricultores y a la población rural pobre.
El año pasado, seis países se comprometieron a restaurar 300,000 kilómetros de ríos y 350 millones de hectáreas de humedales. En la 6ª Asamblea Mundial del Medio Ambiente de la ONU en febrero pasado, las naciones acordaron fortalecer la gestión sostenible de la tierra.
Con informacion de newsweekespanol.com