Las organizaciones de salvadoreños y organismos defensores de los derechos de los migrantes se han activado en Estados Unidos ante el inicio de las deportaciones masivas por parte de la nueva administración de Donald Trump.
Decenas de salvadoreños y mexicanos acudieron este fin de semana a un taller de conocimiento de derechos, organizado por el grupo “El Rescate de Los Ángeles”, cuyo director ejecutivo, Salvador Sanabria, detalló cuales son las principales preocupaciones de quienes participaron en el encuentro.
Los temores expresados van en torno a qué hacer con sus propiedades y negocios, pero “principalmente cómo administrar la separación familiar” ante las inminentes deportaciones, tras las órdenes ejecutivas de Donald Trump.
La campaña de Trump ha sido “de terror” porque ha tenido un discurso “xenofóbico, racista, antiinmigrante” y de criminalización de comunidades que trabajan en los Estados Unidos para sostener a sus familias, consideró Sanabria, citado por el periódico local Diario El Mundo.
Sanabria también es presidente del Instituto Salvadoreño del Migrante (Insami) y consideró que no se está respetando el derecho de los migrantes con órdenes de deportación a interponer su correspondiente apelación.
“En esas horas de detención, la persona aún tiene derechos constitucionales y puede solicitar, con la ayuda de un abogado o un representante acreditado por el Departamento de Justicia, el ser representado ante un juez de inmigración para apelar a que no sea deportado”, dijo.
Pese a esta campaña de temor, el líder de la organización migratoria no cree que se cumplan las metas ambiciosas de deportación que Trump porque el presupuesto se queda corto. “El señor Trump en los cuatro años que estuvo no pudo superar al que tiene el trofeo de ‘deportador’ en jefe en Estados Unidos, el señor (Barack) Obama”, observó.
Señaló que entre los grupos de salvadoreños con mayor riesgo de deportación están los amparados bajo el “parole humanitario” que les permitía solicitar asilo mediante la aplicación CBP One antes de que se cumpliera un año de haber ingresado a Estados Unidos.
También los salvadoreños que no se hayan presentado a la primera audiencia para ventilar su petición de asilo ante un juez de migración y los que nunca aplicaron a ningún alivio migratorio temporal o permanente.
El analista internacional Napoleón Campos, considera que, de lograrse una logística adecuada por parte del gobierno de EEUU para las deportaciones masivas, al menos medio millón de salvadoreños serían retornadas al país de manera forzada, lo que generaría graves repercusiones económicas y sociales.