El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, disolvió el parlamento el viernes y confirmó la fecha prevista para las elecciones generales anticipadas motivadas por el colapso del gobierno de Olaf Scholz el mes pasado.
La coalición de Scholz fue derribada por luchas internas sobre cómo revivir la mayor economía de Europa, pero un mortal ataque con un automóvil en un mercado navideño la semana pasada ha renovado los acalorados debates del país sobre seguridad e inmigración.
Al confirmar la fecha del 23 de febrero para las elecciones, Steinmeier enfatizó la necesidad de “estabilidad política” y apeló a que la campaña se lleve a cabo “con respeto y decencia”.
También dijo que quería que “la campaña se llevara a cabo con medios justos y transparentes” y advirtió sobre los peligros de la “influencia extranjera… que es particularmente intensa en X”, la plataforma de redes sociales propiedad del multimillonario Elon Musk.
“El odio y la violencia no deben tener cabida en esta campaña electoral, tampoco la denigración ni la intimidación… todo esto es veneno para la democracia”, afirmó Steinmeier.
También recordó a los partidos políticos y a los votantes los desafíos que enfrentará el próximo gobierno dada la “situación económicamente inestable… las guerras en Medio Oriente y Ucrania”, así como los debates sobre la inmigración y el cambio climático.
Scholz permanecerá en el cargo como canciller interino hasta que se forme un nuevo gobierno, lo que podría llevar varios meses.