Con un registro de 3,400 sismos en lo que va del año y tres grandes terremotos ocurridos durante las últimas cuatro décadas, El Salvador se prepara en materia de reducción de riesgos y desastres.
El gobierno anunció que este jueves 17 de octubre realizará un “Simulacro Nacional ante Terremotos”, un ejercicio diseñado para medir las capacidades de respuesta de la población y las instituciones frente a un sismo de gran intensidad.
La actividad forma parte de la llamada “Semana de Reducción de Riesgo de Desastres 2024”, que inició el lunes y se extenderá hasta el 18 de octubre. La coordinación de los eventos está a cargo del Sistema Nacional de Protección Civil.
Al anunciar el simulacro, el director de la institución, Luis Amaya, informó que en El Salvador se han registrado 3,400 sismos en lo que va de 2024, de los cuales 330 han sido sentidos por la población.
Detalló que durante el evento del jueves se simulará un terremoto de magnitud 7.6, con epicentro frente a las costas de La Libertad.
El objetivo es el de evaluar la respuesta de las instituciones involucradas, como la capacidad de la ciudadanía para enfrentar emergencias.
Amaya subrayó que no se trata solo de un ejercicio más, sino de una oportunidad para generar conciencia y fortalecer la cultura de prevención en el país.
“Vivimos en un país donde los eventos sísmicos son parte de nuestra realidad diaria. Solo en lo que va de este año 2024, se han registrado más de 3,400 sismos, de los cuales más de 330 han sido sentidos por la población. Estos números no son solo estadísticas; son un recordatorio de la importancia de estar preparados”, dijo el funcionario.
El simulacro contará con la participación de más de 6,500 instituciones públicas y privadas a nivel nacional.
Además, se realizará una simulación operativa en el centro comercial Plaza Merliot, en la localidad de Santa Tecla, periferia poniente de San Salvador, donde se concentrarán acciones coordinadas del Sistema Nacional de Protección Civil.
Este ejercicio forma parte de una serie de actividades desarrolladas en el marco de la Semana de Reducción de Riesgo de Desastres, cuyo propósito es reforzar las capacidades de la población en la prevención y manejo de riesgos.
El “Valle de las Hamacas”
El Salvador está ubicado en una región con un alto índice de actividad sísmica provocado por una serie de factores que con frecuencia se combinan.
El primero es su cadena volcánica que forma parte del llamado cinturón de fuego del Pacífico y corre a lo largo del territorio.
El segundo factor es un sistema de fallas geológicas dentro del territorio salvadoreño y, tercero: el llamado proceso de subducción entre las placas de tectónicas de los cocos y del Caribe, cuyo movimiento relativo original sismo cercanos en las costas salvadoreñas.
Por todas estas razones se le otrogó el título de “Valle de las Hamacas” desde la época precolombina y provocó que la capital San Salvador se trasladara hacia otros lugares cercanos como Santa Tecla, Antiguo Cuscatlán, Nuevo Cuscatlán y la Bermuda, en Suchitoto.
El territorio nacional ha sufrido tres grandes terremotos en los últimos 40 años, incluidos en la listas de los más devastadores de la región.
El terremoto del 10 de octubre de 1986 es recordado como el desastre que marcó a la capital, ya que dejó más de 1,500 muertos, 10,000 heridos y unas 60,000 viviendas destruidas o seriamente dañadas.
En 2001 ocurrieron dos grandes terremotos, el 13 de enero y 13 de febrero, que provocaron deslizamientos de tierra sepultando comunidades enteras y dejando más de 1,200 muertos.
Recientemente, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales lanzó una aplicación para teléfonos móviles que brindará a los usuarios “alertas tempranas frente a sismos”.
Todos estos factores influyen para que El Salvador se sume a los esfuerzos de la Semana de Reducción de Riesgo de Desastres, la cual se celebra en conmemoración del Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres, establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).