Más de 1.300 empleados del Departamento de Estado fueron despedidos el viernes en una reducción ordenada por el presidente Donald Trump y promocionada como un recorte al inflado gobierno, pero que los críticos predicen que paralizará la influencia de Estados Unidos en todo el mundo.
Diplomáticos y otros miembros del personal aplaudieron a sus colegas que se marchaban en emotivas escenas en la sede en Washington del departamento, que gestiona la política exterior estadounidense y la red mundial de embajadas.
Algunos lloraban mientras salían con cajas de pertenencias.

Un funcionario del Departamento de Estado dijo que 1.107 miembros del servicio civil y 246 empleados diplomáticos del Servicio Exterior fueron despedidos.
Los despidos en el departamento se produjeron tres días después de que la Corte Suprema allanó el camino para que la administración Trump comenzara a llevar a cabo su plan de desmantelar departamentos gubernamentales enteros.
El tribunal superior, dominado por los conservadores, levantó un bloqueo temporal impuesto por un tribunal inferior a los planes de Trump de despedir potencialmente a decenas de miles de empleados.
El republicano de 79 años afirma querer desmantelar lo que él llama el “estado profundo”. Desde que asumió el cargo en enero, ha trabajado con rapidez para instalar a férreos partidarios y despedir a numerosos funcionarios veteranos.
Su secretario de Estado, Marco Rubio, dice que el departamento de política exterior es demasiado engorroso y requiere una reducción de aproximadamente el 15 por ciento.

Inestabilidad global
La Asociación del Servicio Exterior Estadounidense (AFSA), el sindicato que representa a los empleados del Departamento de Estado, condenó el “golpe catastrófico a nuestros intereses nacionales”.
“En un momento de gran inestabilidad global –con una guerra en Ucrania, un conflicto entre Israel e Irán y regímenes autoritarios que ponen a prueba los límites del orden internacional– Estados Unidos ha optado por desmantelar su fuerza diplomática de primera línea”, afirmó la AFSA en un comunicado.
“Nos oponemos a esta decisión con la mayor firmeza”.
El Departamento de Estado empleó a más de 80.000 personas en todo el mundo el año pasado, según una hoja informativa, de las cuales unas 17.700 desempeñaban funciones nacionales. La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), durante mucho tiempo el principal vehículo para brindar asistencia humanitaria estadounidense en todo el mundo, ya ha sido prácticamente desmantelada.
Los funcionarios del Servicio Exterior perderán sus empleos 120 días después de recibir la notificación y serán inmediatamente puestos en licencia administrativa, mientras que los empleados del servicio civil serán separados después de 60 días, indicó el periódico.
Ned Price, quien se desempeñó como portavoz del Departamento de Estado durante el gobierno del expresidente demócrata Joe Biden, condenó lo que llamó despidos aleatorios.
“A pesar de todo lo que se dice sobre el ‘mérito’, están despidiendo a los oficiales según su asignación en un día arbitrario”, dijo Price en X. “Es la forma más perezosa, ineficiente y perjudicial de reducir la fuerza laboral”.
La ex embajadora Barbara Leaf, la principal diplomática de Biden en Oriente Medio, dijo que la medida “tendrá terribles consecuencias para nuestra capacidad de proteger a los ciudadanos estadounidenses en el extranjero, perseguir y defender el interés nacional y nuestra seguridad nacional”.
“Esto no es una reorganización. Es una purga”, dijo Leaf en una publicación en LinkedIn.