El presidente Nayib Bukele destacó este domingo, en el marco de su aniversario de gobierno, que “el mundo habla de El Salvador” como “ejemplo que inspira a muchas naciones”, pero también arremetió contra periodistas, organizaciones de la sociedad civil y gobiernos que cuestionan a su administración.
El gobernante rindió este 1 de junio su informe de labores del primer año de su segundo mandato durante una sesión solemne de la Asamblea Legislativa a la que asistieron representantes de los tres poderes del Estado y miembros del cuerpo diplomático acredito en este país.
Hizo un recuento de las metas alcanzadas destacando el tema de la seguridad, el combate a las pandillas y el cese de los asesinatos como logro emblemático.
“El mundo habla de El Salvador y nuestro ejemplo ya inspira a muchas naciones. Ya logramos lo imposible. Pero nuestro trabajo apenas comienza.”, dijo durante su mensaje que también fue transmitido a través de una cadena nacional de radio y televisión y de una serie de plataformas de medios electrónicos y redes sociales.
“Hemos vencido a la pesadilla que nos aterrorizaba. Ahora vamos a construir el país que soñamos”, sentenció.
“Prefiero que me llamen dictador”
En su discurso se refirió a los reportes de la prensa local y extranjera que lo han señalado como dictador por no respetar los derechos ni los procesos de detención para las personas detenidas, así como por “perseguir” a voces críticas mediante el régimen de excepción.
“Me tiene sin cuidado que me llamen dictador. Prefiero que me llamen dictador a ver cómo matan a los salvadoreños”, afirmó, refiriéndose a la desaparición de las acciones violentas que hasta hace poco tiempo cometían las pandillas en le país.
“Prefiero que me llamen dictador pero que todos los salvadoreños vivan en paz, sin importar su situación económica o social. Que se queden ellos discutiendo sobre semántica, nosotros vamos a seguir enfocados en buscar resultados”, sostuvo Bukele.
El gobernante acusó a las pandillas de haber cometido 200,000 asesinatos en El Salvador. “Algunos dicen que las pandillas dejaron 120,000 muertos en El Salvador. Pero si comparamos las cifras de desaparecidos de entonces con las de ahora, observamos que la diferencia es abismal”, afirmó el mandatario.
La sesión solemne de aniversario se desarrolló en el Teatro Nacional en el Centro Histórico de San Salvador, frente al cual acudieron cientos de personas para vitorear el mandatario que, según las encuestas de opinión, cuenta con amplia popularidad tras seis años consecutivos de gestión.
“No los vamos a liberar nunca”
Bukele criticó que, anteriormente, cuando había “una democracia más fortalecida” en El Salvador había un “estado fallido” y aseguró que al eliminar el régimen de excepción vigente desde 2022 se pone en riesgo el avance en seguridad.
Sigan gritando “libérenlos ya”. Ya los escuchamos y ya sabemos cuál sería el resultado: que la muerte, el caos y el miedo regresen a nuestro país”, … “No los vamos a liberar nunca”, puntualizó.
Defendió la recién aprobada Ley de agentes extranjeros, asegurando que es para proteger los fondos que provienen de donaciones internacionales e incentivar a que estos se ocupen en ayudas a la población.
“No estamos prohibiendo que (agentes extranjeros) traigan sus agendas, que tengan injerencia. Solo les pedimos que se anoten y paguen impuestos, que tengan decencia y dejen de mentir”, señaló el jefe de Estado Salvadoreño.
Democracia, DDHH y transparencia
Otro de sus serios señalamientos estuvo enfilado contra el periodismo crítico, no solo de El Salvador sino de medios internacionales, de los cuales dijo que obedecen a “agendas”. “La oposición ha convertido la manipulación en su principal estrategia. Y el “periodismo” es una de sus principales armas”, señaló.
“Yo antes creía que existía el verdadero periodismo. Que tenían reglas éticas, un método, que buscaban la objetividad, por más difícil que fuera. Con el tiempo entendí que no existe nada de eso. Lo que hay son agendas y periodistas que responden a ellas, algunos con más descaro que otros”, acusó el presidente.
En otra parte de su discurso dijo que democracia y derechos humanos “son términos” para “someter”.
“Democracia, institucionalidad, transparencia, derechos humanos, Estado de derecho, suenan bien, son grandes ideales en realidad, pero son términos que en realidad solo se usan para mantenernos sometidos”, indicó Bukele en su discurso a la Nación.
“Lo que ellos, los defensores de la democracia y del Estado de derecho, lo que realmente quieren es que seamos incapaces de castigar a los asesinos en nombre de un supuesto ideal de derechos humanos que no es más que los derechos de los delincuentes”, dijo el presidente ante diputados y diplomáticos.
“Quienes gestionan estas grandes agendas globalistas no están interesados en la democracia ni en ninguno de los otros términos. Ni siquiera son democráticos, no les interesa el Estado de derecho. No les interesan los derechos humanos ni la transparencia. Pero sí les interesa instrumentalizar esos términos”, sostuvo.
Según el periódico español “El País”, cuando Bukele se autodenominó un “dictador cool”, su imagen era la de un presidente moderno que había roto con los viejos esquemas, que impulsó una política de bitcoin y vendió El Salvador como “la tierra de los volcanes, el café y el surf”. Ahora, su principal reclamo de cara al exterior es el de carcelero, tras llegar a un acuerdo con Estados Unidos para recibir a deportados de este país.
“Bukele parece alejarse más del presidente joven y disruptivo que conquistó titulares en 2019 y se acerca peligrosamente al molde de los autócratas tradicionales”, dice la publicación.
Pero el jefe de Estado salvadoreño afirma que “en El Salvador no competimos por la aprobación de quienes desean vernos fracasar. Lideramos con el ejemplo para los que quieran buscar inspiración, pero ante todo, estamos construyendo nuestro propio futuro, en nuestro propio país, para nuestra propia gente, con nuestros propios métodos”.
Bukele fue reelegido en las pasadas elecciones presidenciales bajo la bandera de Nuevas Ideas, partido que cuenta con la mayoría en el órgano legislativo, y cumple este 1 de junio el primer año de su segundo mandato.