Este 1 de junio el presidente Nayib Bukele cumple su primer aniversario en la presidencia de El Salvador durante el segundo periodo para el que fue reelecto en febrero de 2024, a pesar de enfrentar señalamiento de que el proceso violentó las disposiciones electorales de la Constitución.
La sesión solemne en la que rendirá el informe de su sexto año de gestión consecutiva se realizará en el Teatro Nacional, en pleno Centro Histórico de la capital.
Con 57 votos a favor, la Asamblea Legislativa aprobó este sábado el uso de las instalaciones del teatro para la sesión solemne que se desarrollará a las 8:00 de la noche de este domingo (hora local – GMT -6) con la presencia de funcionarios de los tres poderes del Estado y cuerpo diplomático.
El gobernante suma seis años al frente del Ejecutivo con su reconocido éxito en los planes de seguridad que han diezmado a la pandillas, pero con la economía como su principal reto.
El principal reto
La economía figura como el mayor reto del gobierno de Bukele, según las encuestas de opinión divulgadas en los últimos meses, que revelan el descontento de los salvadoreños en torno a su situación financiera y laboral.
Nayib Bukele juró hace un año para un segundo período de gobierno (2024-2029) ofreciendo enfocar sus esfuerzos en mejorar la economía, pero advirtiendo que “quizá haya que aplicar medicina amarga para curar una mala economía”.
Tras seis años en el poder, conserva un sólido respaldo ciudadano con un 85 % de aprobación, según la última encuesta de la consultora Cid Gallup divulgada el miércoles 28 de mayo.
Sin embargo, el costo de la vida se consolida como la principal preocupación para la mayoría de los encuestados, desplazando al crimen y la violencia, que ahora preocupan a una minoría.
Sobre la situación familiar, el 34 % de los salvadoreños dice estar mejor que antes, el 18 % se siente peor y un 48% considera que su situación permanece igual.
Para enfrentar esas medidas, en julio del año pasado realizó el lanzamiento del “Plan Económico para El Salvador” que compuesto por seis fases. “La primera fase es la de la alimentación, la segunda fase es la tecnología”, dijo Bukele en el acto de lanzamiento, mientras que en agosto lanzó la fase 3 denominada: “Logística”.
Según los datos del gobierno, esta contará con una inversión privada “sin precedentes en la historia del país”, puesto que la empresa turca Yilport Holding Inc. invertirá más de $1,615 millones a la Unión Portuaria del Pacífico, para modelizar los dos principales puertos marítimos del país.
Asimismo, este 1 de junio entra en vigencia el incremento del salario mínimo, coincidiendo con el aniversario del gobierno y que es consideradas por diversos analistas como una “medida paliativa”, que no tendrá efectos de mediano o largo plazo.
El mayor éxito
En materia de seguridad y a petición del gobierno de Bukele, los diputados de la Asamblea Legislativa prorrogaron de nueva cuenta, el 29 de mayo, el régimen de excepción contra las pandillas -implementada desde marzo de 2022- el cual continuará vigente por 30 días más luego de más de tres años.
La medida ha permitido encarcelar a 86,400 personas señaladas como miembros de pandillas o colaboradores de dichas agrupaciones y ha reducido los asesinatos a niveles nunca vistos en este país.
Hasta hace no mucho, El Salvador lideraba casi todos los rankings como uno de los países más inseguros del mundo. Sin embargo, en los últimos años, con la llegada de Nayib Bukele al poder, logró un cambio radical, alcanzando cifras históricas en la reducción de homicidios que lo colocan hoy en día como el país más seguro de la región.
Bukele informó a comienzos de enero que El Salvador finalizó 2024 con una tasa de homicidios de 1,9 por cada 100.000 habitantes, lo que lo posiciona como el país más seguro del hemisferio occidental, “después de haber sido el país más inseguro del mundo”.
El éxito del denominado “método Bukele” no solo ha transformado la realidad de El Salvador, sino que también ha captado la atención de otros países, que se han comenzado a debatir la posibilidad de adoptar estrategias similares para combatir el crimen organizado.
Sin embargo, según el periódico español “El País”, cuando Bukele se autodenominó un “dictador cool”, su imagen era la de un presidente moderno que había roto con los viejos esquemas, que impulsó una política de bitcoin y vendió El Salvador como “la tierra de los volcanes, el café y el surf”. Ahora, su principal reclamo de cara al exterior es el de carcelero, tras llegar a un acuerdo con Estados Unidos para recibir a deportados de este país.
“Bukele parece alejarse más del presidente joven y disruptivo que conquistó titulares en 2019 y se acerca peligrosamente al molde de los autócratas tradicionales”, dice la publicación.
El gobernante enfrenta críticas de organizaciones internacionales de derechos humanos luego de la captura de la abogada de la organización Cristosal, Ruth López.
La Conferencia Episcopal de El Salvador (Cedes) publicó una carta pastoral de 29 páginas en la cual demandan al gobierno sobre temas de educación, salud, economía y medio ambiente, pero también le piden no perseguir a ambientalistas y defensores de derechos humanos, y no ofrecer el país como una cárcel internacional.
Arriba en popularidad regional y abajo en la lucha contra la corrupción
Una encuesta de la consultora CID Gallup que evalúa el desempeño de once presidentes en Latinoamérica ubicó en febrero pasado al salvadoreño a la cabeza del listado, mientras que otra medición global indica que El Salvador bajó cuatro posiciones en el ranking que mide la lucha contra la corrupción.
El salvadoreño alcanzó el 83 % de aprobación en su desempeño en enero de 2025, según los datos de la encuesta que publicó CID Gallup.
Ante la pregunta de “¿Cómo califican los ciudadanos el desempeño de sus presidentes en Latinoamérica?” el 83% colocó a Bukele en primer lugar, seguido por el mandatario costarricense, Rodrigo Chaves, con un 65 %.
Pese a la alta popularidad mostrada por su presidente en las diferentes encuestas locales y globales, El Salvador no ha podido mejorar su posición en el ranking mundial que mide la lucha contra la corrupción.
De acuerdo con el Índice de Percepción de la Corrupción (CPI) 2024 realizado por la ONG Transparencia Internacional, el país se ubicó en el puesto 130 de un listado de 180 países, con una puntuación de 30 en una escala de 0 al 100.
La Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), capítulo de El Salvador de Transparencia Internacional, explicó que durante el último año “se ha mantenido la cooptación sobre las principales instancias de control interno”, mencionando la Fiscalía General de la República (FGR), la Corte de Cuentas de la República (CCR), Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP), Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), “algunas de estas reducidas a su mínima expresión”.
Asimismo, advierte que en El Salvador hay “reserva de información y la falta de respuesta de los entes obligados, con la complicidad” del IAIP; leyes dispersas que permiten la discrecionalidad en las compras estatales y falta de participación ciudadana en la contraloría de las compras y las contrataciones en el Estado.
Las puntuaciones se realizan con base en “un mínimo de tres fuentes de datos tomadas de trece estudios y evaluaciones”, de instituciones reconocidas a nivel internacional como el Banco Mundial y el Foro Económico Mundial.
Sin embargo, sin una oposición real, con mayoría en el Congreso y gozando de la mayor popularidad de cualquier presidente en la región, el presidente salvadoreño sigue consolidándose y parece mantenerse firme en el poder.
El 77 % de los consultados cree que es probable que Bukele cumpla con su promesa de mejorar las condiciones de vida de las familias. “Se mantiene una estabilidad bastante importante en este indicador”, consideró el representante de Cid Gallup, Luis Haug, al comentar su encuesta divulgada el 28 de mayo.
