El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump ordenó suspender la tramitación de las visas de estudiante, en la última espiral de su represión contra alumnos extranjeros, criticada el miércoles por China.
En su intento por controlar las principales universidades estadounidenses, la administración ha revocado visas de estudiantes extranjeros y deportado a algunos de los participantes en las protestas contra la guerra en Gaza.
Un cable interno firmado el martes por el jefe de la diplomacia, Marco Rubio, al que tuvo acceso AFP, ordena a las embajadas y consulados no permitir “ninguna visa de estudiante o de intercambio adicional (…) hasta que se emitan nuevas directrices”.
El gobierno se propone examinar los perfiles en redes sociales de los extranjeros que quieren estudiar en universidades estadounidenses, según el cable.
Rubio ya ha revocado cientos de visas y la administración Trump ha tomado medidas para prohibir que la universidad de Harvard admita a estudiantes extranjeros.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, declaró el miércoles que Pekín instó a Washington a “salvaguardar los derechos e intereses legítimos de los estudiantes internacionales”.
Cientos de miles de chinos estudian en universidades estadounidenses, consideradas referentes de libertad y rigor académico.
Frente a las drásticas medidas estadounidenses algunos países como Japón han pedido a sus universidades que aumenten el cupo para los solicitantes internacionales.
En Taiwán, un estudiante de doctorado que cursará estudios en la Universidad de California declaró a la AFP que la suspensión de visados los dejó sumidos en la “incertidumbre”.
“Entiendo que el proceso puede retrasarse, pero aún queda tiempo antes de que comience el semestre a mediados de agosto”, declaró el estudiante de 27 años, que pidió permanecer en el anonimato.
Protestas en Harvard
El martes, además de informar sobre la suspensión de la tramitación de las visas, el gobierno anunció su intención de cancelar todos los contratos con Harvard, una reducción estimada por medios estadounidenses en 100 millones de dólares. Esto desató protestas estudiantiles.
Trump acusa a Harvard de ser un foco de antisemitismo e ideología liberal progresista y está furioso porque se negó a someterse a una supervisión de las matrículas y la contratación.
Una jueza emitió una orden de restricción temporal a la espera de que se analice el caso el jueves, día de la ceremonia de graduación de la universidad, a la que asistirán miles de estudiantes y sus familias en Cambridge, Massachusetts, cerca de Boston (noreste).
La Casa Blanca redobló por su parte su ofensiva, afirmando que el dinero público debería destinarse a centros que forman a electricistas y fontaneros.
“El presidente está más interesado en destinar ese dinero de los contribuyentes a centros y programas de formación profesional y a escuelas estatales donde se promueven los valores estadounidenses, pero sobre todo, en educar a la próxima generación con las habilidades que necesitamos en nuestra economía y nuestra sociedad”, declaró la portavoz Karoline Leavitt en Fox News el martes.
Algunos estudiantes de Harvard temen que las políticas de la administración Trump hagan que las universidades estadounidenses sean menos atractivas para los extranjeros.
“No sé si cursaría un doctorado aquí. Seis años es mucho tiempo”, dijo Jack, un estudiante británico de historia de la medicina que se gradúa esta semana. No dio su apellido.
Harvard ha presentado recursos legales contra las medidas de Trump.
Los exalumnos prevén presentar un escrito legal contra Trump el 9 de junio, informó la cineasta Anurima Bhargava en una reunión virtual organizada por Crimson Courage, un grupo de antiguos estudiantes.
El grupo reúne miles de firmas para demostrar a los tribunales el amplio apoyo a la acción legal en curso.
En las últimas semanas, la élite educativa y de investigación ya ha visto miles de millones de dólares en subvenciones federales congelados y millones de dólares en contratos federales cancelados.
La universidad ha presentado una demanda para bloquear la revocación de su derecho a admitir a estudiantes extranjeros, que constituyen el 27% de sus alumnos, y para cancelar la retirada de fondos federales.
