Las olas de calor abrasadoras alimentadas por el calentamiento global están aumentando el riesgo de complicaciones peligrosas durante los embarazos en todo el mundo, advirtió un informe del 14 de mayo.
La exposición a calor extremo durante el embarazo se ha relacionado anteriormente con una serie de problemas, incluido un mayor riesgo de parto prematuro, muerte fetal, defectos de nacimiento y diabetes gestacional.
El nuevo informe del grupo de investigación estadounidense Climate Central buscó medir cuántas más mujeres embarazadas han estado expuestas al calor excesivo desde 2020 y en qué medida el cambio climático es el culpable.
En 222 de los 247 países y territorios estudiados, “el cambio climático al menos duplicó el número promedio anual de días de riesgo de calor durante el embarazo experimentados durante los últimos cinco años”, señala el informe.
Los mayores aumentos se registraron en los países en desarrollo donde el acceso a la atención sanitaria es limitado, como el Caribe, América Central y del Sur, las islas del Pacífico, el Sudeste Asiático y el África subsahariana.
Los investigadores sólo analizaron el aumento de días calurosos potencialmente peligrosos y no examinaron en qué medida las mujeres embarazadas se vieron realmente afectadas por el calor en esos países.
La Dra. Ana Bonell, investigadora sobre salud materna y calor extremo en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, que no participó en el informe, dijo que el informe “ofrece evidencia clara del creciente riesgo de exposición al calor extremo”.
Los hallazgos también podrían aplicarse a los ancianos, otro grupo que está en mayor riesgo durante los períodos de calor abrasador, dijo a AFP.
Si bien los investigadores están documentando cada vez más las muchas formas en que el calor extremo puede amenazar la salud humana, aún existen “muchas incógnitas” sobre los mecanismos fisiológicos que explican por qué sucede esto, dijo el Dr. Bonell.
Un gran estudio de 2024 publicado en Nature Medicine estimó que las olas de calor aumentan las probabilidades de tener una complicación durante el embarazo en 1,25 veces.
Más allá de los esfuerzos más amplios para combatir el cambio climático (que es causado en gran medida por la quema de combustibles fósiles por parte de los seres humanos), los expertos recomendaron políticas locales para ayudar a las comunidades a combatir el calor.
Entre ellas se incluyen “hacer más verdes los barrios, limitar la contaminación, crear zonas frescas e informar a los residentes sobre los riesgos”, explicó la epidemióloga francesa Lucie Adelaide.
En una declaración vinculada al nuevo informe, también recomendó que la información existente sobre los riesgos para la salud de las olas de calor incluya advertencias para las mujeres embarazadas, que actualmente rara vez son mencionadas en tales esfuerzos.