Una nueva investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Connecticut sugiere que una simple merienda diaria podría desempeñar un papel importante en la reducción del riesgo de cáncer de colon.
Publicado en la revista Cancer Prevention Research , el estudio es uno de los primeros ensayos clínicos en humanos que vincula el consumo de nueces con efectos antiinflamatorios y anticancerígenos mensurables en el colon.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades ( CDC ), en 2021 se notificaron 141.902 casos nuevos de cáncer colorrectal y, en 2022, 52.967 personas murieron a causa de la enfermedad.
La Sociedad Estadounidense del Cáncer (ACS) estima que en 2025 habrá en ese país alrededor de 107.320 casos nuevos de cáncer de colon (54.510 en hombres y 52.810 en mujeres) y alrededor de 46.950 casos nuevos de cáncer de recto.
Se proyecta que el número de nuevos casos de cáncer colorrectal (CCR) a nivel mundial alcance los 3.2 millones en 2040. Es la tercera neoplasia maligna más común y la segunda más mortal.
Pero ¿Cómo puede un simple refrigerio como las nueces reducir el riesgo de cáncer de colon? El secreto reside en los elagitaninos, compuestos vegetales naturales presentes en las nueces.

El estudio fue dirigido por el profesor de farmacología ambiental Daniel Rosenberg de la Universidad de Connecticut y contó con el apoyo del Instituto Americano para la Investigación del Cáncer, la Comisión de la Nuez de California y el Instituto Nacional del Cáncer.
Rosenberg explicó que los compuestos naturales de las nueces son convertidos por las bacterias intestinales en poderosas moléculas antiinflamatorias llamadas “urolitinas”, especialmente urolitina A.
“Los elagitaninos presentes en la nuez aportan importantes propiedades antiinflamatorias y anticancerígenas que estamos observando en pacientes en nuestros ensayos clínicos”, añadió.
El ensayo clínico involucró a 39 pacientes de entre 40 y 65 años, todos considerados con alto riesgo de cáncer de colon. Los participantes fueron evaluados primero y luego se les pidió que eliminaran de su dieta los alimentos ricos en elagitaninos antes de consumir nueces diariamente durante tres semanas.
Se monitorearon sus marcadores inflamatorios a través de muestras de sangre, orina y heces, y se examinaron los pólipos de colon mediante colonoscopias de alta definición.
Entre los hallazgos clave del estudio se encuentra que las personas que producían más urolitina A después de comer nueces presentaban niveles más bajos de inflamación, especialmente las personas obesas, un grupo con mayor riesgo de padecer problemas de colon. Estos participantes también mostraron niveles elevados del péptido YY, una hormona relacionada con la reducción del riesgo de cáncer colorrectal.
El equipo de investigación también utilizó tecnología avanzada de imágenes para examinar con mayor detalle el tejido de pólipos de colon extirpados durante colonoscopias. El hallazgo fue sorprendente: «Los pacientes con altos niveles de formación de urolitina A tras el consumo de nueces se asociaron directamente con niveles reducidos de varias proteínas importantes que suelen estar presentes en los pólipos», informó el equipo.
Una de esas proteínas, la vimentina (que se observa a menudo en casos más avanzados de cáncer de colon), “se redujo considerablemente dentro de los tejidos de pólipos obtenidos de pacientes que también habían formado los niveles más altos de urolitina A”.
Este estudio se basa en investigaciones previas con ratones dirigidas por la profesora Masako Nakanishi, que sugirieron por primera vez que las nueces podrían reducir el riesgo de cáncer. Estos hallazgos allanaron el camino para este ensayo clínico en humanos.
“La urolitina A tiene una influencia muy positiva en la inflamación y tal vez incluso en la prevención del cáncer”, dijo Rosenberg.
Nuestro estudio demuestra que la suplementación dietética con nueces puede aumentar los niveles de urolitina en la población general de personas con un microbioma adecuado, a la vez que reduce significativamente varios marcadores inflamatorios, especialmente en pacientes obesos.
Añadió: «Los nutrientes de las nueces pueden contribuir a reducir el riesgo de cáncer. Comer nueces ofrece muchos beneficios potenciales, con tan pocos riesgos, que simplemente tomar un puñado al día es realmente algo que se puede lograr fácilmente para la salud a largo plazo».