El Papa Francisco falleció este lunes en Roma tras un pontificado de 12 año que que lo llevó a visitar 66 países, 10 de ellos de América Latina. Nunca estuvo en El Salvador, pero su cercanía con este país y sus esfuerzos por llevar a la santidad a Monseñor Oscar Arnulfo Romero, fueron evidentes.
Muchos consideran que el camino a la santidad del arzobispo salvadoreño estuvo plagado de dificultades y críticas, pero reconocen en el papa Francisco a quien desentrampó e impulsó el proceso desde su llegada al Vaticano en 2013.
El 14 de octubre de 2028 pontífice argentino canonizó a dos de las figuras más importantes y polémicas de la Iglesia católica del siglo XX, declarando al papa Pablo VI y al martirizado arzobispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero modelos de santidad para los fieles de hoy.
Francisco ya anhelaba declarar santo al arzobispo Óscar Arnulfo Romero, convencido de que fue un verdadero mártir de la fe y de que ofreció su vida voluntariamente con su defensa a los pobres de El Salvador y su denuncia de la violencia de la dictadura militar.
Luego de que su caso estuviese paralizado durante tres décadas, el papa Benedicto XVI lo desbloqueó en 2012 y Francisco, el primer papa latinoamericano de la Iglesia, impulsó el proceso hasta su última fase.
A pocos meses de la beatificación de Romero en 2015, Francisco denunció que el arzobispo fue mártir dos veces: una cuando fue asesinado y después cuando sus propios hermanos obispos “difamaron, calumniaron y arrojaron tierra sobre su nombre”.
Pero, Óscar Arnulfo Romero fue canonizado el 14 de octubre de 2018 en la plaza San Pedro, en Roma. El papa Francisco había firmado en marzo de 2018 los decretos de canonización del arzobispo salvadoreño junto al del papa Pablo VI (1963-1978).
En esa misa de canonización, el papa usó el cíngulo (una cuerda que los sacerdotes ciñen a su cintura) que usó monseñor Romero el día de su asesinato y que está impregnada con su sangre.
El papa también beatificó a cuatro mártires salvadoreños y nombró cardenal a Monseñor Gregorio Rosa Chávez, quien se desempeñaba entonces obispo auxiliar de San Salvador.
Pueblo santo de Dios que peregrina en El Salvador
El Papa Francisco recibió en audiencia el 15 de octubre, en el Aula Pablo VI del Vaticano, a los peregrinos de El Salvador que viajaron a Roma con ocasión de la canonización de San Óscar Romero.
“Desde aquí envío mi saludo a todo el Pueblo santo de Dios que peregrina en El Salvador y vibra hoy por el gozo de ver a uno de sus hijos en el honor de los altares. Sus gentes tienen una fe viva que expresan en diferentes formas de religiosidad popular y que conforma su vida social y familiar”, les dijo el Papa.
En su discurso, el pontífice agradeció y saludó a los más de cinco mil peregrinos que llegaron a Roma y les dijo que “San Óscar Romero supo encarnar con perfección la imagen del buen Pastor que da la vida por sus ovejas”.
Que el santo Obispo Romero – invocó el Papa – los ayude a ser para todos signos de esa unidad en la pluralidad que caracteriza al santo Pueblo fiel de Dios”.