El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, confirmó que el gobierno del presidente Nayib Bukele, se ha convertido en un socio crucial en la deportación de criminales peligrosos.
“El presidente Bukele ha sido un aliado estratégico para nosotros. Él ha creado un sistema carcelario capaz de albergar a estos criminales, y está dispuesto a recibir a los miembros del Tren de Aragua, una de las pandillas más letales de la historia”, señaló Rubio en una entrevista con Donald Trump Jr. en su podcast “Triggered with Don Jr.”
El jefe de la diplomacia norteamericana agradeció nuevamente a Bukele por el acuerdo relacionado con las deportaciones de pandilleros y aseguró que en la reunión para negociar el tema, el gobernante le pidió a los sicarios de la MS-13 por crímenes cometidos en El Salvador.
“Dijo, miren, he construido estas cárceles y albergaré gente aquí. Primero, quiere a sus sicarios de la MS-13 que están en Estados Unidos, porque también son buscados por delitos en El Salvador”, detalló Rubio sobre las pláticas con el presidente salvadoreño.
Explicó que este acuerdo con Bukele es clave en la lucha contra las pandillas violentas.

Publicaciones periodísticas sobre la situación de los pandilleros salvadoreños detenidos en EEUU indican que la justicia estadounidense solo había logrado capturar a seis de 27 cabecillas de la MS-13 acusados por el FBI de terrorismo en un proceso iniciado en 2020 en la Corte Este de Nueva York, otros 17 se encontraban en El Salvador y 4 se encontraban prófugos.
Desde mediados de marzo pasado, más de 200 miembros de la pandilla venezolana del Tren de Aragua, además de varios integrantes de la denominada Mara Salvatrucha (MS-13), han sido deportados desde Estados Unidos y encarcelados en el CECOT, la megaprisión salvadoreña considerada como la más grande y segura de Latinoamérica.
El secretario Rubio no detalló cuántos venezolanos y salvadoreños deportados y encarcelados en el CECOT están condenados, procesados por delitos o fueron deportados por razones migratorias pero señaló, si se mira “los antecedentes penales de algunas de estas personas”, este “es uno de los peores grupos de seres humanos” que él ha visto en su vida.
Enfatizó que “el gobierno de Bukele ha sido crucial en este esfuerzo. Mientras Venezuela no acepta repatriar a estos criminales, El Salvador ha abierto sus puertas y ha ofrecido una solución eficaz a este problema”, agregó el secretario de Estado.
La asociación Cristosal informó este miércoles que cuenta con registros de 94 casos de deportados de Estados Unidos a El Salvador mediante un formulario habilitado en línea llenado por los familiares. De ellos, el 78 % tenía un trabajo cuando fue detenido y el 47 % tenía asilo.
Mientras, detalló que el 87 % de los registrados tiene tatuajes, al 48 % se le acusa de un delito o pertenecer al Tren de Aragua y solo el 13 % posee antecedentes penales.
Grupos de derechos humanos han expresado su preocupación sobre las condiciones en las cárceles de El Salvador y sobre la posible violación de los derechos humanos de los deportados. Sin embargo, Rubio defendió la política, argumentando que los criminales deportados son individuos que representan un peligro significativo para la seguridad pública, tanto en Estados Unidos como en la región.