Salvo intervención de última hora, el gigante de las redes sociales Meta será juzgado la próxima semana ante serias acusaciones del gobierno estadounidense de que abusó de su poder de mercado para adquirir Instagram y WhatsApp antes de que pudieran convertirse en competidores.
Al seguir adelante, el juicio en un tribunal federal de Washington frustra cualquier esperanza del jefe de Meta, Mark Zuckerberg, de que el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca haga que el gobierno afloje la aplicación de la ley antimonopolio contra las grandes tecnológicas.
El caso Meta está siendo presentado por la Comisión Federal de Comercio, la poderosa agencia de protección al consumidor de Estados Unidos, y podría ver al propietario de Facebook obligado a deshacerse de Instagram y WhatsApp, que se han convertido en potencias mundiales desde su compra.
El caso se presentó originalmente en diciembre de 2020, durante la primera administración de Trump, y todas las miradas estaban puestas en si Trump suavizaría su postura contra las grandes tecnológicas durante su segundo mandato en la Casa Blanca.
Zuckerberg, la tercera persona más rica del mundo, ha realizado repetidas visitas a la Casa Blanca mientras intenta persuadir al líder estadounidense para que opte por un acuerdo en lugar de luchar en el juicio, una decisión que sería extraordinaria a estas alturas.
Los esfuerzos de lobby de Zuckerberg han incluido contribuciones a fondos para la inauguración de Trump y políticas revisadas de moderación de contenido que favorecen a los republicanos.

Aun así, “no estoy seguro de que Trump esté convencido de que Zuckerberg sea digno de redención”, dijo George Hay, profesor de derecho antimonopolio en la Facultad de Derecho de Cornell.
Si bien una intervención de la Casa Blanca sigue siendo técnicamente posible, requeriría el acuerdo tanto del Presidente como de la FTC de que el caso carece de mérito, añadió.
La demanda de Meta representa solo una de las cinco principales acciones antimonopolio tecnológicas iniciadas recientemente por el gobierno estadounidense. Google fue declarado culpable de abuso de dominio en el mercado de búsquedas el pasado agosto, mientras que Apple y Amazon también enfrentan demandas.
Zuckerberg, su ex lugarteniente Sheryl Sandberg y una larga lista de ejecutivos de empresas rivales testificarán en un juicio que durará al menos ocho semanas y comienza el lunes.
‘Realmente aterrador’
Un aspecto central del caso es la compra por parte de Facebook en 2012 de Instagram, una pequeña pero prometedora startup de intercambio de fotografías diseñada para teléfonos móviles que ahora cuenta con dos mil millones de usuarios activos.
Un correo electrónico de Zuckerberg citado por la FTC revela las preocupaciones: “El impacto potencial de Instagram es realmente aterrador y por eso deberíamos considerar pagar mucho dinero por esto”.
La FTC sostiene que la adquisición de WhatsApp por parte de Meta por 19 mil millones de dólares en 2014 siguió el mismo patrón y que Zuckerberg temía que la aplicación de mensajería pudiera transformarse en una red social o ser comprada por un competidor.
La defensa de Meta argumentará que inversiones sustanciales transformaron estas adquisiciones en los éxitos de taquilla que son hoy, y que guardan poca semejanza con sus versiones originales.
También destacarán que la FTC aprobó inicialmente ambas transacciones y no se le debería permitir volver a hacerlas.
Los recientes reveses judiciales de la FTC (incluidas las impugnaciones fallidas a la adquisición de Within por parte de Meta y la fusión de Activision y Blizzard con Microsoft) pueden fortalecer la posición de las grandes tecnológicas.
El juez James Boasberg, quien decidirá y presidirá el caso, ya advirtió que la FTC “enfrenta preguntas difíciles sobre si sus afirmaciones pueden sostenerse en el crisol del juicio”.