Los presidentes de Estados Unidos Unidos y de El Salvador están viviendo una “verdadera primavera” en materia de entendimiento político internacional, según estimaciones divulgadas por medios noticiosos y algunos analistas de política exterior.
Algunos, incluso, como la revista universitaria salvadoreña ‘Comunica’, han analizado las similitudes que existen entre Donald Trump y Nayib Bukele en materia política y han identificado al menos cinco de ellas relacionadas con sus inicios empresariales, popularidad, preferencias en materia de comunicación, popularidad y poca alineación con su afiliación política.
Los conocedores coinciden en que los acontecimientos ocurridos durante los dos periodos presidenciales de ambos, se han destacado más por sus acercamientos que por sus desavenencias.
El último caso de estos espaldarazos ocurrió este lunes, cuando Trump dio las gracias a su homólogo salvadoreño por aceptar a migrantes expulsados por EEUU, a los que tildó de “criminales”, y aseguró que les está dando un lugar “maravilloso” para vivir, aunque la mayoría han sido encarcelados.
En su mensaje en Truth Social, Trump se hizo eco de una publicación previa de Bukele en la red social X, en la que el mandatario salvadoreño informaba de una nueva operación llevada a cabo el domingo por la noche, en la que 17 supuestos miembros de Tren de Aragua (TdA) y MS-13 fueron trasladados de Estados Unidos a El Salvador.
Bukele respondió con un emotivo “agradecido por sus palabras, presidente Trump”, y siguió: “¡Adelante juntos!”.
Es una muestra del intercambio publico de mensajes entre ambos, luego de que sus gobiernos acordaran en febrero recluir en la megacárcel de El Salvador, conocida como el Centro de Confinamiento del Terrorismo, a criminales peligrosos deportados desde Estados Unidos.
A cambio, el Gobierno republicano se había comprometido a la extradición de los líderes de las pandillas salvadoreñas y a dar apoyos económicos en diferentes rubros como el de desarrollar la energía nuclear, entre otros.
Thank you President Bukele, of El Salvador, for taking the criminals that were so stupidly allowed, by the Crooked Joe Biden Administration, to enter our Country, and giving them such a wonderful place to live! https://t.co/NGciZozCxe
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) March 31, 2025
“Bukele se ha estado preparando para este momento desde hace cinco años. Él apostó a que Trump estaría de vuelta, puso muchísimos recursos haciendo lobby por él”, explicó a principios de febrero al periódico español EL PAÍS el investigador salvadoreño Manuel Meléndez.
“Muy pocos líderes mundiales celebraron la victoria de Trump más que Bukele, es lo que ha estado anhelando, es un momento muy bueno para él”, dijo el experto.
De hecho, el presidente salvadoreño fue uno de los primeros mandatarios en felicitar a Donald Trump, tras las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Cuatro días después del cambio de gobierno en EEUU, Trump, sostuvo una conversación telefónica con su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele, en la que hablaron sobre la inmigración ilegal y la lucha contra las bandas transnacionales.
“El presidente Donald J. Trump se comunicó telefónicamente con el presidente de la República de El Salvador, Nayib Bukele“, dijo la Casa Blanca y detalló que “ambos líderes hablaron sobre la posibilidad de trabajar juntos para detener la inmigración ilegal y acabar con las bandas transnacionales como el Tren de Aragua”.
Estos acercamientos se produjeron a pesar de que, durante la campaña electoral, el entonces candidato republicano señaló en al menos dos ocasiones a El Salvador por supuestamente enviar a “sus criminales a Estados Unidos” y se refirió también a las políticas de seguridad de Bukele, a quien calificó como “un chico joven” que ha estado recibiendo “gran publicidad”.
Durante un discurso en su primer mitin de campaña luego de sufrir un atentado, Trump se refirió nuevamente a El Salvador asegurando de nuevo que la inseguridad está bajando porque el gobierno salvadoreño envía a los criminales más peligrosos a Estados Unidos.
Sin embargo, hoy el presidente centroamericano, que fue reelegido el año pasado, afronta su segundo mandato mucho más blindado, en una posición que el apoyo de Trump puede terminar de fortalecer.
Los altos funcionarios visitan a El Salvador
Los gobiernos de Donald Trump y Nayib Bukele reforzaron sus lazos de cooperación en temas de seguridad, economía y migración durante las visitas de alto nivel de los funcionarios de la administración norteamericana que dirigen la política exterior y la seguridad nacional.
Primero, el secretario de Estado de Donald Trump, Marco Rubio, realizó en febrero la primera gira del jefe de la diplomacia estadounidense de esta administración por América Latina, “cristalizando meses de acercamientos”.
En marzo, la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, viajó a El Salvador, donde el evento más destacado fue su visita a la cárcel de máxima seguridad de Bukele horas antes de encontrarse con el presidente salvadoreño.
“Le agradezco a El Salvador y su presidente por su asociación con Estados Unidos para traer a nuestros terroristas aquí, para encarcelarlos y que se atengan a las consecuencias por la violencia perpetrada en nuestras comunidades”, dijo Noem desde la misma prisión, posando frente a una de las celdas.
Previo a esto, y durante la campaña electoral norteamericana, Bukele fue el año pasado uno de los invitados de honor a la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) y apoyó abiertamente el regreso de Trump al poder.
También sostuvo reuniones con el asesor presidencial y magnate multimillonario Elon Musk (al que llamó “una de las grandes mentes de nuestro tiempo”). Los dos líderes comparten círculo empresarial e ideológico.
Visita a la Casa Blanca
Bukele será el primer líder del hemisferio occidental en realizar una visita formal a la Casa Blanca en abril, según se ha informado.
La visita ocurrirá luego de que su gobierno recibió el 16 de marzo a más de 200 venezolanos deportados por Washington, que mantiene presos en una cárcel de máxima seguridad.
Bukele, en su cuenta de X, compartió un mensaje en esa misma red de un comunicador estadounidense que dio a conocer que Trump le recibirá.
Esta sería la segunda ocasión en la que Bukele se reúne con Trump. La primera ocurrió en septiembre de 2019, en el marco de la 74 Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York.
En aquel momento, Trump también tuvo cita con varios líderes latinoamericanos para abordar la crisis en Venezuela.
Según el historiador Héctor Lindo Fuentes, profesor emérito en la Universidad de Fordham en Nueva York, citado por la VOA, la relación entre Trump y Bukele podría rendir frutos a corto plazo debido al cabildeo del gobierno salvadoreño con algunos de los aliados republicanos, entre ellos Marco Rubio.
Sin embargo, a largo plazo podría también presentar dificultades por la cercana relación entre El Salvador y China, y la intención del nuevo gobierno de acabar con las redes del crimen organizado, entre la que resalta el afán de EEUU de desmantelar a la Mara Salvatrucha.