El ministro de Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, acusó este miércoles al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, de ser “un secuestrador” y de cobrar 2.000 dólares por cada migrante venezolano recluido en la cárcel de máxima seguridad, conocida como CECOT.
Durante una transmisión, llamó “arrastrado” al mandatario salvadoreño al cobrar por cada migrante que recibe tras ser expulsado de territorio estadounidense.
“Hay que ser muy arrastrado, para hacer lo que hace Bukele. Cobra dos mil dólares por cada venezolano secuestrado en El Salvador. Bukele es un secuestrador, tiene secuestrados venezolanos y por ellos cobra recompensas, y el mundo no dice nada. Es muy arrastrado”, mencionó.
El alto funcionario del gobierno de Nicolás Maduro reiteró su rechazo a las acusaciones contra los migrantes venezolanos y aseguró que la gran mayoría no tiene vínculos con el denominado grupo de pandilleros del Tren de Aragua. Agregó que esta deportación es “un negocio con seres humanos”.
“Nosotros conocemos a los personajes y Bukele ustedes lo verán más temprano que tarde en manos de la Justicia norteamericana, estadounidense. Se la van a cobrar”, dijo, quien tachó al presidente salvadoreño de “cachorrito y lacayo”, así como de “fascista, desde que se asomó en la política”.
Sobre el traslado de los venezolanos, el presidente salvadoreño informó el domingo que “Estados Unidos pagará una tarifa muy baja por ellos, pero una tarifa alta por nosotros”.
Agregó que “como siempre, seguimos avanzando en la lucha contra el crimen organizado. Pero esta vez, también ayudamos a nuestros aliados”.
Durante una sesión de la Organización de Naciones Unidas (ONU) el martes, la delegación diplomática de El Salvador afirmó que todos los migrantes venezolanos deportados a su país “son criminales comprobados y miembros de estructuras del crimen organizado trasnacional”.
#AHORA | Delegación ante la ONU de El Salvador rechazó las declaraciones de la delegación del régimen de Nicolás Maduro y aseguró que todos los deportados “son criminales comprobados”.
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Venezuela exige a EEUU y a El Salvador información sobre deportados
El gobierno de Nicolás Maduro exigió este martes información sobre los migrantes venezolanos deportados el pasado fin de semana desde Estados Unidos hacia el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) en El Salvador.
Durante una manifestación en Caracas, organizada por el chavismo, la vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, instó a ambos países a proporcionar “acceso inmediato a la información” relacionada con los migrantes que, según ella, fueron “injusta e ilegalmente deportados”, reseña Efe.
“Fueron secuestrados en los Estados Unidos bajo la promesa de que venían a Venezuela, y fueron entregados a una cárcel de máxima seguridad diseñada para la violación de los derechos humanos”, señaló.
#POLÍTICA | 🔴 Delcy Rodríguez exigió al gobierno de El Salvador regresar a los venezolanos que fueron trasladados ilegalmente a "campos de concentración" en el país centroamericano desde Estados Unidos (EEUU). pic.twitter.com/4CmeNxJX5C
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Rodríguez también exigió el retorno “inmediato” de estos individuos, a quienes Estados Unidos acusa de pertenecer supuestamente a Tren de Aragua, una organización criminal venezolana catalogada como terrorista por la administración Trump.
El Cecot es la prisión de máxima seguridad que el gobierno de Bukele levantó para encerrar a pandilleros detenidos en el marco de su “guerra” en contra de esos grupos criminales lanzada hace casi tres años. Está ubicado en una zona rural a 75 km al sureste de San Salvador.
El Tren de Aragua se conformó en 2014 en la cárcel venezolana de Tocorón, en el estado de Aragua (centro-norte). Está vinculado a asesinatos, secuestros, robos, venta de drogas, prostitución, extorsión y trata de personas.
Sus actividades se expandieron a varios países del continente, entre ellos Estados Unidos, y en Sudamérica a Colombia, Chile y Perú, según diversos informes de inteligencia.
En febrero, el Gobierno de Donald Trump designó al ‘Tren de Aragua’ como una organización terrorista global y una amenaza para la seguridad de Estados Unidos.
