La Corte Suprema Justicia de El Salvador pedirá a Estados Unidos la extradición del coronel Mario Reyes Mena por su presunta responsabilidad en los asesinatos de cuatro periodistas neerlandeses en 1982, informó este jueves un abogado del caso.
El 17 de marzo de 1982, los periodistas Koos Jacobus Andries Koster, Jan Cornelius Kuiper Joop, Hans Lodewijk ter Laag y Johannes Jan Willemsen murieron en una emboscada tendida por militares en un área rural del municipio de Santa Rita, en el departamento norteño de Chalatenango.

“Según el informe que me fue notificado hoy (jueves), la Corte en pleno sometió a votación la solicitud de extradición (de Reyes) y la autorizada”, dijo a la AFP el abogado Pedro Cruz, que representa a las familias de las víctimas.
Agregó que el tribunal de Dulce Nombre de María, 78 km al norte de San Salvador, encargado del caso, le notificó que “formalmente El Salvador está solicitando la extradición” del militar retirado.
En agosto pasado, tres altos jefes militares que fungieron durante la época de la guerra civil que vivió El Salvador en la década de 1980 fueron enviados a juicio por su presunta responsabilidad en el asesinato de los cuatro periodistas europeos.
La jueza del poblado de Dulce Nombre de María ordenó elevar a juicio el caso por el que están acusados el exministro de la defensa, José Guillermo García; el exdirector de la Policía de Hacienda, Francisco Antonio Morán; y Mario Adalberto Reyes Mena, excomandante de la Cuarta Brigada de Infantería, región donde sucedieron los asesinatos.

Reyes, quien ahora tiene 85 años, vive en Virginia, en el este de Estados Unidos. Al momento de los asesinatos era el comandante del ejército en Chalatenango.
Los cuatro periodistas hacían un documental en El Salvador para reflejar el contraste que experimentaba una familia de la capital y otra que vivía en un poblado en la zona de conflicto.
En 1993, un informe de la Comisión de la Verdad, creada por la ONU, concluyó que la muerte de los neerlandeses “fue consecuencia de una emboscada planeada con anterioridad” por el coronel Reyes con “el conocimiento de otros oficiales”.
Por el mismo caso han sido procesados el exministro de la Defensa general José Guillermo García (de 91 años) y el coronel Francisco Morán (93). Ambos permanecen en un hospital privado de San Salvador bajo vigilancia policial.
La defensa, según Cruz, aguarda el inicio de la audiencia pública del juicio a los militares, que puede comenzar sin la presencia de Reyes.
En 1982 el tribunal de Dulce Nombre de María abrió un proceso por la muerte de los neerlandeses, pero el caso se estancó porque la jueza a cargo recibió amenazas y se refugió en Canadá.
La causa se congeló en 1993 por una Ley de Amnistía que perdonó los crímenes de guerra, pero en 2016 la justicia declaró inconstitucional esa norma. Tras ello, el 13 de marzo de 2018 se reabrió la causa.
La guerra civil (1980-1992), que enfrentó a las fuerzas militares y a la guerrilla izquierdista, dejó más de 75.000 muertos, unos 7.000 desaparecidos y pérdidas millonarias a la economía.
En 1984, Reyes fue enviado como agregado militar a Estados Unidos y quedó a vivir allá.
El 27 de agosto, la Oficina del Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) y la cancillería de Países Bajos (Holanda), consideran como un avance de la justicia la decisión de un tribunal de enviar a juicio a los exjefes militares.
La OACNUDH publicó en sus redes sociales que “saluda la decisión judicial que permite el juzgamiento de tres ex altos mandos militares”.
“Los esfuerzos realizados por las organizaciones de la sociedad civil y el Estado salvadoreño para conocer la verdad, realizar la justicia y reparar integralmente a las víctimas de graves violaciones a derechos humanos ocurridas en El Salvador”, agregó.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Holanda, también se pronunció favorablemente sobre el tema a través de su perfil de X.