La Unión Europea rechazó enérgicamente el jueves los comentarios del presidente estadounidense Donald Trump de que el bloque de 27 naciones estaba trabajando en contra de Estados Unidos y advirtió que se opondría vigorosamente a cualquier arancel general del 25 por ciento sobre los productos de la UE.
La creciente disputa comercial se produce después de que Trump acusara el miércoles a la UE de estar diseñada para “joder” a Estados Unidos, profundizando una grieta transatlántica ya creciente alimentada por sus advertencias de que Washington podría retirar las garantías de seguridad para sus aliados europeos.
Trump ha promovido durante mucho tiempo los aranceles como una forma de proteger a los consumidores estadounidenses. Ha dicho durante mucho tiempo que las medidas protegen a los estadounidenses de prácticas comerciales desleales y conducirían a un impulso de la industria manufacturera estadounidense. Los expertos económicos han respondido diciendo que los aranceles a menudo conducen a mayores costos que se trasladan a los consumidores.
La reacción de la UE se produce en un momento en que el primer ministro británico, Keir Starmer, está de visita en la Casa Blanca. El Reino Unido, que en su día fue miembro de la Unión Europea , abandonó el bloque en 2020. Starmer espera evitar la imposición de aranceles a su nación.
Trump provocó la ira de los líderes de la UE, después de decir a los periodistas el jueves que: “La Unión Europea se formó para fastidiar a Estados Unidos. Ese es su propósito, y han hecho un buen trabajo en ello”, añadiendo que tales prácticas terminarían bajo su liderazgo.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, cuyo país ostenta la presidencia rotatoria de la UE, rechazó firmemente los comentarios de Trump.
“La UE no se creó para perjudicar a nadie”, dijo Tusk en una publicación en X, anteriormente Twitter . “Todo lo contrario. Se creó para mantener la paz, para generar respeto entre nuestras naciones, para crear un comercio libre y justo y para fortalecer nuestra amistad transatlántica. Así de simple”.
En parte, estas acciones son resultado de la guerra entre Rusia y Ucrania. El presidente ha expresado su preocupación por el hecho de que Estados Unidos esté haciendo más que sus aliados de la OTAN en Europa para ayudar a poner fin al conflicto.
El martes, Starmer anunció un aumento del gasto de defensa de Gran Bretaña al 2,5 por ciento del PIB. El primer ministro dijo que esto era en respuesta a la inestabilidad global de los últimos años, incluido el conflicto entre Rusia y Ucrania. La medida fue bien recibida por el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth .
Starmer esperará aprovechar la llamada “relación especial” del Reino Unido con Estados Unidos para recibir una exención de aranceles y potencialmente ofrecerse a ser un puente entre la Casa Blanca y Europa.
Lo que la gente está diciendo
Starmer, en una declaración: “El mundo se está volviendo cada vez más peligroso y es más importante que nunca que estemos unidos con nuestros aliados. Una economía estable, fronteras seguras y seguridad nacional son las bases de mi Plan para el Cambio, y la relación entre Estados Unidos y el Reino Unido es fundamental para lograrlos. Estos principios estarán en el centro de las conversaciones con el presidente Trump hoy.
“Existen enormes oportunidades para que profundicemos nuestra relación especial, generemos crecimiento y seguridad y mejoremos las vidas de los trabajadores en nuestras dos grandes naciones”.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, hablando el jueves: “Vamos a defender nuestros intereses cuando nuestras economías son atacadas con aranceles completamente injustificados y representan una amenaza velada a nuestra soberanía económica”.
Gareth Stace, director general de la asociación comercial UK Steel, declaró a The Guardian : “Estados Unidos es nuestro segundo mercado de exportación más importante después de la UE. En un momento de demanda en contracción y costes elevados, el creciente proteccionismo a nivel mundial, en particular en Estados Unidos, sofocará nuestras exportaciones y dañará la contribución del sector siderúrgico a la balanza comercial del Reino Unido, por valor de más de 400 millones de libras”.
