La probabilidad de que un asteroide del tamaño de un campo de fútbol, capaz de destruir una ciudad, impacte la Tierra en 2032 se ha reducido al 0,001 por ciento, dijo el martes la Agencia Espacial Europea.
Hace una semana, el asteroide estableció un nuevo récord por la mayor probabilidad de impactar contra la Tierra: 3,1 por ciento según la NASA y 2,8 por ciento según la ESA. La comunidad de defensa planetaria ha estado escrutando los cielos.
Sin embargo, como se esperaba, nuevas observaciones desde telescopios de todo el mundo redujeron el área de incertidumbre donde el asteroide podría impactar, descartando cada vez más las probabilidades de un impacto directo.
La ESA dijo que la probabilidad ahora se redujo al 0,001 por ciento, y agregó que el nivel de amenaza en la Escala de Riesgo de Impacto de Turín ahora estaba en cero, después de haber alcanzado el nivel tres de un posible 10 la semana pasada.
El asteroide, llamado 2024 YR4, fue descubierto en diciembre. Se estima que tiene entre 40 y 90 metros de ancho, lo que significa que tiene el potencial de devastar una ciudad.
La fecha de impacto habría sido el 22 de diciembre de 2032, pero ahora es extremadamente probable que el asteroide simplemente pase rápidamente cerca de la Tierra.
A pesar del creciente riesgo de caída, el telescopio espacial James Webb seguirá observando el asteroide en los próximos meses, dijo la ESA.
Los científicos han subrayado que, incluso si el asteroide se dirigía hacia nosotros, la Tierra ahora es capaz de contraatacar. En la primera prueba de nuestras defensas planetarias, la misión DART de la NASA alteró con éxito la trayectoria de un asteroide inofensivo en 2022 al estrellar una nave espacial contra él.
Richard Moissl, director de la oficina de defensa planetaria de la ESA, declaró a la AFP que observar el asteroide, descartando luego un impacto directo, fue “un ejercicio muy emocionante y educativo”.
Elogiando la detección temprana del asteroide, destacó que “aún hay mucho margen de mejora”.
Moissl afirmó que varios telescopios nuevos, como el Vera Rubin y el Flyeye, que están a punto de entrar en funcionamiento, permitirán a los astrónomos detectar asteroides con mayor rapidez. También lo hará la misión de alerta temprana europea NEOMIR, prevista por él mismo, añadió.
La última vez que un asteroide de más de 30 metros de ancho representó un riesgo tan significativo fue Apophis en 2004, cuando tuvo brevemente un 2,7 por ciento de posibilidades de impactar la Tierra en 2029, una posibilidad que también fue descartada mediante observaciones adicionales.