La administración Trump canceló el jueves una extensión del Estatus de Protección Temporal (TPS) que fue otorgado a más de 500.000 haitianos por el expresidente Joe Biden.
Estados Unidos otorga el Estatus de Protección Temporal (TPS) a los ciudadanos extranjeros que no pueden regresar a casa de manera segura debido a guerras, desastres naturales u otras condiciones “extraordinarias”.
La administración Biden la había extendido para los haitianos por 18 meses, hasta febrero de 2026, pero ahora expirará el 3 de agosto.
“El presidente Trump y yo estamos devolviendo el TPS a su estatus original: temporal”, dijo la jefa de Seguridad Nacional, Kristi Noem, en un comunicado del departamento.
“Esto es parte de la promesa del presidente Trump de rescindir políticas que eran imanes para la inmigración ilegal y eran inconsistentes con la ley”, señaló el comunicado del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
El número de haitianos elegibles para protección se ha disparado de 57.000 en 2011 a 520.694 en 2024, según estimaciones del gobierno estadounidense.
La extensión del TPS otorgada por Biden fue “mucho más larga de lo justificado o necesario”, dijo una portavoz del DHS.
Trump, quien durante su campaña electoral dijo que los inmigrantes estaban “envenenando la sangre” de Estados Unidos, ordenó rápidamente una revisión de todo el programa TPS al regresar al cargo.
Durante su campaña hizo afirmaciones infundadas de que la ciudad de Ohio había experimentado recientemente una afluencia de inmigrantes haitianos que robaban y se comían los gatos y los perros de los residentes.
“La administración Trump está arrebatando la estabilidad a medio millón de haitianos que han construido sus vidas aquí: niños, trabajadores, padres y vecinos que se han convertido en parte integral de las comunidades estadounidenses y han contribuido a nuestra economía”, dijo Beatriz López, codirectora ejecutiva del Immigration Hub, una organización que trabaja para promover soluciones políticas para los aspirantes a ciudadanos.
“Esta decisión imprudente no sólo les perjudica; desestabiliza a las empresas, familias y economías locales que dependen de ellos”.
El mes pasado, la administración Trump revocó la protección contra la deportación para más de 600.000 venezolanos en Estados Unidos.
“La gente de este país quiere que estos canallas se vayan. Quieren que sus comunidades sean seguras”, dijo Noem en Fox News en enero.
Haití, afectado por un devastador terremoto en 2010, sufre una inestabilidad política crónica desde hace décadas y, más recientemente, una creciente violencia por parte de grupos armados.
A pesar de la elección del primer ministro Alix Didier Fils-Aime en noviembre y del despliegue de una misión de seguridad respaldada por la ONU para apoyar a la policía nacional de Haití, la violencia persiste.
Al menos 5.601 personas murieron a causa de la violencia de pandillas en Haití en 2024, según la ONU.