Las perspectivas de crecimiento para la industria de la construcción de El Salvador son favorables en 2025, pero los empresarios advierten que el incremento de un 25 % de los aranceles sobre el aluminio y el acero que ingrese a Estados Unidos impactará a la industria local.
El sector presenta un crecimiento sostenido, impulsado por la inversión pública y privada. Según José Velásquez, presidente de la Cámara Salvadoreña de la Industria de la Construcción (CASALCO), dicha industria aportó US$1,700 millones al PIB al tercer trimestre de 2024, reflejando un aumento del 1.2 % respecto al mismo período de 2023.
En cuanto a inversión nueva se esperan alrededor de US$2.450 millones que representan un aumento del 8% con relación a 2024.
Sin embargo, el presidente de CASALCO advirtió durante una rueda de prensa que el incremento de un 25 % de los aranceles sobre el aluminio y el acero que ingrese a Estados Unidos impactará a la industria salvadoreña.
Estima que la afectación no será directa ni lineal, porque los costos del sector construcción están conformados por otros insumos y el precio de la mano de obra.
La imposición de aranceles por parte del presidente estadounidense Donald Trump como arma para obtener concesiones desde el comercio hasta la inmigración y el narcotráfico está afectando a muchos sectores y podría redefinir las normas comerciales globales, advirtieron analistas.
El lunes decretó gravámenes al acero y al aluminio, lo que hizo recordar su primer mandato, cuando impuso aranceles en ambos sectores para luego otorgar exenciones.
“Si nosotros compramos alguna mercadería que esté entrando a Estados Unidos, y que por ende va a ser gravada y vendida, eso va a tener un incremento, en cuánto, no lo hemos medido”, dijo José Antonio Velásquez, presidente de CASALCO.
Los constructores salvadoreños aclaran, sin embargo, que buena parte del aluminio y acero que se utiliza en las obras locales provienen desde Europa y Asia. Mencionó a España Rusia y Ucrania que destacan por la industria metalúrgica.
El Banco Central de Reserva (BCR) señala que en 2024 El Salvador importó $135.3 millones en aluminio y sus manufacturas, buena parte procedente desde Guatemala y República Popular China, los cuales abarcaron un 57.4 % de las compras efectuadas por el mercado salvadoreño.
CASALCO espera que la medida no avance y que la importación de estos materiales se mantenga como hasta hoy.