Honduras dejará de percibir $180 millones anuales debido al congelamiento de la ayuda de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) , mientras que la medida generó pánico entre el personal humanitario en África que, por ejemplo, teme la paralización de los programas de tratamientos experimentales a personas con VIH.
El presidente Donald Trump ordenó la semana pasada suspender la ayuda exterior. Su controvertido asesor Elon Musk, al frente del departamento de eficiencia gubernamental, se jactó de que iban a pasar la enorme agencia humanitaria estadounidense Usaid “por la trituradora”.
En el caso de Honduras, “el total de cooperación (de Usaid) era de 180 (millones de dólares) por año, pero gran parte de eso no venía al gobierno central y el impacto será para organizaciones de la sociedad civil, fundaciones y grupos de muchos tipos”, precisó el ministro de Exteriores, Enrique Reina..
Reina dio declaraciones a la prensa tras reunirse con representantes de agencias de la ONU que están colaborando con el recibimiento de los deportados por la administración Trump.
Honduras recibió los primeros aviones militares con deportados la semana pasada.
Pero en otros países la situación se muestra más drámatica, puesto que la decisión de Trump generó pánico entre el personal humanitario en África que, por ejemplo, teme la paralización de los programas de tratamientos experimentales a personas con VIH.
Esto se debe a la suspensión de 90 días del trabajo del Plan de Emergencia del Presidente para el Alivio del Sida (Pepfar), que atiende a más de 20 millones de pacientes y cuenta con 270.000 trabajadores sanitarios, según un análisis de la Fundación Americana para la Investigación del Sida (amfAR).
Entre otras funciones, el Pepfar actualmente suministraba tratamiento antirretrovirales a casi 680.000 embarazadas con VIH para cuidar su salud y evitar la transmisión del virus a sus hijos, afirma esta fundación.
“Con un paro de 90 días, estimamos que esto significará que 135.987 bebés se infecten de VIH”, advierte.
Como parte de una de sus primeras decisiones tras regresar a la Casa Blanca el 20 de enero, Trump congeló las ayudas de Washington a otros países por tres meses mientras se comprueba si ese gasto responde a los intereses del país.
Elon Musk, el hombre más rico del mundo y polémico asesor de Trump, afirmó el lunes que la Usaid “cerrará”, una medida considerada ilegal por sus detractores. Horas después, el jefe de la diplomacia, Marco Rubio, precisó que no desaparece, sino que pasa bajo su control.
La dependencia, una entidad independiente creada por una ley del Congreso estadounidense, tiene un presupuesto de $42,800 millones destinados a ayuda humanitaria y a asistencia al desarrollo en todo el mundo.
congelamiento de la asistencia “es una decisión de Estados Unidos, no es el primer país que está recortando cooperación, lo han hecho muchos (países) en Europa y no son decisiones (que afectan) sólo a Honduras, van al mundo entero”, añadió Reina.
“Obviamente es lamentable que se pierda apoyo para muchos sectores que son importantes para el país, pero el impacto no es tan enorme para el gobierno central”, reconoció el canciller.