La ciudad de Aguas Blancas, ubicada en la norteña provincia de Salta, Argentina, lanzó una licitación para instalar un alambrado de 200 metros en la frontera con Bolivia, con el objetivo de frenar cruces ilegales y contrabando.
La medida ha generado preocupación en el gobierno boliviano, que llamó al diálogo bilateral para abordar la situación.
Detalles del proyecto y su contexto
Adrián Zigaran, interventor de Aguas Blancas, confirmó que la estructura, de 2,5 metros de altura, se construirá entre la oficina de migraciones y la terminal de ómnibus, ubicada frente al Río Bermejo. Este río, que divide Argentina de Bolivia, es conocido por ser parte de la llamada “Ruta de la droga”, según el Ministerio de Seguridad argentino.
Además, es una vía frecuentada por personas que cruzan para adquirir bienes más baratos en Bermejo, Bolivia, y luego los introducen a Argentina.
La medida se enmarca dentro del “Plan Güemes”, una iniciativa del gobierno del presidente Javier Milei, lanzada en diciembre de 2024, que busca combatir delitos como el narcotráfico y el contrabando en las fronteras de Salta, con especial énfasis en las ciudades de Aguas Blancas y Orán.
Reacciones diplomáticas y comerciales
La cancillería de Bolivia expresó su “preocupación” por la construcción del alambrado en un comunicado emitido el domingo. En el mensaje, instaron al uso de mecanismos de diálogo bilateral para evitar tensiones y preservar la convivencia pacífica entre los pueblos.
Por su parte, Zigaran justificó la medida al destacar los perjuicios económicos que el contrabando causa en la región. Según el interventor, productos de alta gama como aires acondicionados, electrodomésticos y heladeras cruzan de manera ilegal hacia Argentina, afectando al comercio local en Orán y otras zonas del norte del país.
Un desafío fronterizo para Argentina y Bolivia
Con una población aproximada de 3,000 habitantes, Aguas Blancas enfrenta desafíos propios de su ubicación estratégica. Mientras las autoridades argentinas buscan reforzar la seguridad y el control del comercio ilegal, se abre un debate sobre las implicancias sociales y diplomáticas de estas medidas unilaterales.
La ministra de Seguridad defiende el proyecto
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, defendió la decisión de colocar un alambrado de 200 metros en la zona fronteriza de Aguas Blancas, en Salta, y sostuvo que «es el punto más álgido de entrada de cocaína al país».
«Está cuidando una frontera muy caliente, por donde más cocaína entra en la Argentina. Es un paso fronterizo en el que había absoluto descontrol y en el último tiempo se había asentado el crimen organizado, mediante bandas, con muertes de sicarios», resaltó Bullrich.
En declaraciones a LN+, sostuvo que «hay un lugar en la ciudad que tiene una pared muy pequeña, la cual saltan, y eso genera un descontrol».
«Se decidió poner una cerca para evitar que puedan cruzar y, así, cuidar a la población. El problema ahí era el ladrón cuidando a las gallinas», remarcó la funcionaria nacional.