El gobierno de Donald Trump en Estados Unidos dio marcha atrás este domingo a una serie de sanciones que planeaba imponer a Colombia por la negativa de su gobierno a permitir el ingreso de vuelos militares con migrantes deportados, luego de que el país sudamericano aceptara los términos de esta política del presidente Donald Trump.
La Casa Blanca dijo el domingo por la noche que suspendía las medidas anunciadas por Trump contra Colombia y funcionarios del gobierno del izquierdista Gustavo Petro, quien bloqueó el ingreso a Bogotá de las aeronaves con repatriados alegando que sus connacionales estaban recibiendo malos tratos.
El canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, confirmó minutos después en una rueda de prensa el anuncio y aseguró que su país dio por “superado el impasse” con Estados Unidos y acepta los términos de la política de repatriación de Trump.
El país “seguirá recibiendo a los colombianas y colombianas que retornen en condición de deportados”, señaló Murillo.
La controversia subió de tono durante el domingo.
Tras la negativa del mandatario colombiano de permitir el aterrizaje de aviones estadounidenses con deportados, Trump anunció aranceles a las importaciones procedentes de Colombia y otras medidas contra el oficialismo como restricciones de viajes y revocatoria “inmediata” de visas.
Petro respondió ordenando a la cartera de Comercio Exterior que también imponga un arancel a los productos procedentes de la nación norteamericana e instó a su gobierno a “dirigir” las exportaciones hacia otros países.
Hasta el momento, el gobierno colombiano no ha expresado que haya retirado esa medida.
El canciller Murillo agregó que Colombia “tiene dispuesto” el avión presidencial para viajar a Estados Unidos y transportar a los migrantes que Trump pretendía deportar. Se desconoce el número de ocupantes de esos vuelos.
Trato con “dignidad”
El incidente es el primer choque de Petro con Trump, quien asumió la presidencia el 20 de enero con promesas de mano dura contra la migración irregular.
El líder colombiano justificó su decisión de impedir el ingreso de las aeronaves en X: “Un migrante no es un delincuente y debe ser tratado con la dignidad que un ser humano merece. Por eso hice devolver los aviones militares estadounidenses que venían con migrantes colombianos”.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, aseguró que Petro había autorizado los vuelos “y luego canceló su autorización cuando los aviones iban en el aire”.
Horas más tarde, Estados Unidos suspendió la expedición de visas en su embajada en Bogotá.
“Las medidas continuarán hasta que Colombia cumpla las obligaciones de aceptar el retorno de sus propios ciudadanos”, había advertido Rubio en un comunicado.
El jefe de la diplomacia estadounidense viajará próximamente a Latinoamérica, aunque Colombia no está en la agenda.
Estados Unidos es el principal socio comercial de Colombia y sus fuerzas militares han cooperado desde hace décadas en la lucha contra las guerrillas y los cárteles del nacotráfico.
En medio del ida y vuelta de acusaciones, Petro recordó que más de 15.600 estadounidenses que viven sin la documentación requerida en Colombia “deben” acercarse a la autoridad migratoria para “regularizar su situación”.
La Casa Blanca celebra la victoria de Trump
La Casa Blanca celebró su victoria en el enfrentamiento con Colombia, diciendo que el episodio demuestra que Estados Unidos es “respetado nuevamente”.
“Los acontecimientos de hoy dejan claro al mundo que Estados Unidos vuelve a ser respetado”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en un comunicado el domingo anunciando que el gobierno colombiano había acordado recibir vuelos de migrantes deportados.
“El presidente Trump seguirá protegiendo ferozmente la soberanía de nuestra nación y espera que todas las demás naciones del mundo cooperen plenamente para aceptar la deportación de sus ciudadanos presentes ilegalmente en Estados Unidos”.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, dijo en X: “Colombia y todas las naciones deben estar alerta: el Congreso está completamente preparado para aprobar sanciones y otras medidas contra aquellos que no cooperen plenamente o no cumplan con los requisitos para aceptar a sus ciudadanos que se encuentran ilegalmente en los Estados Unidos. El presidente Trump está poniendo a Estados Unidos en primer lugar, tal como dijo que lo haría. Y el Congreso implementará políticas que refuercen su agenda”.