Los principales mercados bursátiles europeos y asiáticos comenzaron el año 2025 en números rojos, mientras los inversores esperan los aranceles planeados por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, lo que se suma a los problemas económicos de China.
El dólar subió frente al euro y la libra, pero bajó frente al yen. Los precios del petróleo subieron ante la esperanza de una recuperación de la demanda.
“Enero puede ser un momento de prueba para los mercados y eso ya se ha demostrado, ya que los inversores están preocupados por el impacto de las políticas comerciales de Donald Trump”, señaló Russ Mould, director de inversiones de AJ Bell.
“Las acciones tecnológicas e industriales estuvieron entre las áreas más afectadas, arrastradas por los débiles datos manufactureros chinos y el hecho de que Trump volverá al poder en poco más de quince días.
“Se espera que los aranceles ocupen el primer lugar en la agenda del nuevo presidente y se espera que China sea el gran perdedor”, agregó Mould.
Los mercados de valores de Hong Kong y Shanghai cayeron más de un dos por ciento al cierre del jueves.
Acercándose a la mitad del camino en Europa, París, junto con Madrid y Milán, habían perdido alrededor del 1 por ciento.
El euro cayó a su nivel más bajo frente al dólar desde noviembre de 2022.
Si bien se espera que la Reserva Federal de Estados Unidos recorte las tasas de interés menos de lo previsto este año, se espera que el Banco Central Europeo siga reduciéndolas en medio de la debilidad de la mayor economía de Europa, Alemania.
“El optimismo sobre la fortaleza de la poderosa economía estadounidense sigue siendo fuerte para 2025”, dijo el jueves Susannah Streeter, directora de dinero y mercados de Hargreaves Lansdown.
“El crecimiento ya ha seguido superando las previsiones a medida que los consumidores y las empresas han hecho caso omiso del impacto de las altas tasas de interés”.
Tras un 2024 en gran medida exitoso para los mercados de valores, cuando la inflación se redujo aún más y los inversores adquirieron acciones tecnológicas, el sentimiento se agrió hacia finales de año.
Aun así, el índice Dow de Wall Street terminó el año con un alza de alrededor del 13 por ciento, mientras que el S&P 500 y el Nasdaq, que tienen más acciones tecnológicas, subieron más del 23 por ciento y alrededor del 29 por ciento respectivamente debido al auge de la inteligencia artificial.
El DAX de Frankfurt avanzó casi un 20 por ciento, al igual que el Nikkei de Japón. El FTSE 100 ganó casi un 6 por ciento, mientras que el CAC 40 de Francia fue el caso atípico con una caída del 2,2 por ciento.