Hamás y otros dos grupos militantes palestinos dijeron el sábado que un acuerdo de alto el fuego en Gaza con Israel está “más cerca que nunca”, siempre que Israel no imponga nuevas condiciones.
La semana pasada se celebraron en Doha negociaciones indirectas entre Israel y Hamás, mediadas por Qatar, Egipto y Estados Unidos, que reavivaron la esperanza de un acuerdo.
“La posibilidad de alcanzar un acuerdo (para un cese del fuego y un intercambio de prisioneros) está más cerca que nunca, siempre que el enemigo deje de imponer nuevas condiciones”, dijeron Hamás, la Jihad Islámica y el izquierdista Frente Popular para la Liberación de Palestina en una rara declaración conjunta emitida después de las conversaciones en El Cairo el viernes.
Un dirigente de Hamas declaró el sábado a la AFP que las conversaciones habían logrado “progresos significativos e importantes” en los últimos días.
“La mayoría de los puntos relacionados con el alto el fuego y el intercambio de prisioneros han sido acordados”, dijo bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar públicamente sobre el tema.
“Quedan algunos puntos sin resolver, pero no obstaculizan el proceso. El acuerdo podría concretarse antes de finales de este año, siempre que no se vea alterado por las nuevas condiciones de (el primer ministro israelí, Benjamin) Netanyahu”.
Dijo que si se llega a un acuerdo, se implementará en fases, terminando con “un acuerdo serio de intercambio de prisioneros, un alto el fuego permanente y una retirada completa (de las fuerzas israelíes) de Gaza”.
El miércoles, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo que tenía “esperanza” de que se llegara a un acuerdo, pero evitó hacer predicciones sobre cuándo se materializaría realmente.
“No quiero aventurar una conjetura sobre cuál es la probabilidad”, dijo en el Consejo de Relaciones Exteriores.
“Esto debería ocurrir. Tiene que ocurrir. Tenemos que llevar a la gente a casa”, dijo, en referencia a la liberación de los rehenes en virtud de un acuerdo de alto el fuego.
Los militantes palestinos liderados por Hamás secuestraron a 251 rehenes durante su ataque contra Israel el 7 de octubre del año pasado. De ellos, 96 siguen retenidos en Gaza, incluidos 36 que, según el ejército israelí, están muertos.
Los esfuerzos para alcanzar una tregua y un acuerdo para la liberación de rehenes han fracasado repetidamente debido a obstáculos clave.
A pesar de numerosas rondas de conversaciones indirectas, Israel y Hamás solo acordaron una tregua, que duró una semana a fines de 2023.
Desde entonces, las negociaciones han enfrentado múltiples desafíos, siendo el principal punto de discordia el establecimiento de un alto el fuego duradero.
Netanyahu ha declarado repetidamente que no quiere retirar las tropas israelíes del Corredor de Filadelfia, una franja de tierra despejada y controlada por Israel a lo largo de la frontera de Gaza con Egipto.
Otra cuestión sin resolver es la gobernanza de Gaza después de la guerra.
Sigue siendo una cuestión muy polémica, incluso dentro del propio liderazgo palestino.
Israel ha dicho repetidamente que no permitirá que Hamás vuelva a gobernar el territorio.