El líder de la oposición de Corea del Sur instó el domingo a un tribunal superior a formalizar rápidamente la destitución del presidente Yoon Suk Yeol y aliviar el “sufrimiento del pueblo” tras su efímero decreto de ley marcial.
Los legisladores votaron el sábado para destituir a Yoon de su cargo por su suspensión “insurreccional” del gobierno civil, que duró horas pero hundió a Corea del Sur en una de sus peores turbulencias políticas en años.
Yoon ha sido suspendido mientras el Tribunal Constitucional de Corea del Sur delibera sobre el impeachment, y el primer ministro Han Duck-soo actúa como líder interino.
El tribunal tiene 180 días para decidir sobre el futuro de Yoon.
El líder de la oposición, Lee Jae-myung, instó el domingo a los jueces a destituir “rápidamente” a Yoon de su cargo.
“Esta es la única manera de minimizar la agitación nacional y aliviar el sufrimiento del pueblo”, dijo.
“Para que los responsables de esta situación absurda rindan cuentas y evitar que se repita, es esencial descubrir la verdad y exigir responsabilidades”.
También ha comenzado una investigación sobre el círculo íntimo de Yoon por la declaración de la ley marcial de la semana pasada.
El domingo, la policía arrestó a los jefes actuales y anteriores del Comando de Inteligencia de Defensa en relación con las acusaciones de insurrección, informó la agencia de noticias Yonhap.
Los fiscales dijeron que también estaban buscando una orden de arresto contra el jefe del Comando de Guerra Especial del Ejército, Kwak Jong-keun, según Yonhap.
Se acusa a Kwak de enviar tropas de fuerzas especiales al Parlamento durante el intento de instaurar la ley marcial, lo que desencadenó un dramático enfrentamiento entre soldados y personal parlamentario.
Los investigadores también dijeron que habían citado a Yoon para interrogarlo por acusaciones de insurrección.
“Le habíamos ordenado que se presentara para ser interrogado a las 10:00 hora local (01:00 GMT), pero se negó a hacerlo”, indicó la fiscalía en un comunicado de prensa.
“Emitiremos una segunda citación”, dijeron sin dar detalles.
Y el sábado, la policía arrestó a Yeo In-hyung, jefe del Comando de Contrainteligencia de Defensa, por cargos que incluyen insurrección.
‘La resiliencia de la democracia’
Mientras tanto, el gobierno de Corea del Sur ha buscado proyectar una imagen de normalidad.
El presidente interino Han mantuvo el domingo una llamada con el presidente estadounidense, Joe Biden, quien subrayó la fortaleza de los lazos bilaterales.
Estados Unidos es un aliado clave de Seúl en virtud del tratado y tiene alrededor de 28.000 soldados estacionados en Corea del Sur.
La Casa Blanca dijo en un comunicado que Biden ha expresado “su confianza en que la Alianza seguirá siendo el eje de la paz y la prosperidad en la región del Indo-Pacífico durante el mandato del presidente interino Han”.
“El presidente Biden expresó su agradecimiento por la resiliencia de la democracia y el estado de derecho en la República de Corea”, dijo la Casa Blanca.
Han también ordenó al ejército “intensificar la vigilancia” contra Corea del Norte, con quien el Sur técnicamente sigue en guerra.
Corea del Norte aún no ha hecho comentarios públicos sobre el impeachment de Yoon.
Grandes protestas, tanto a favor como en contra de Yoon, han sacudido la capital de Corea del Sur desde que se decretó la ley marcial el 3 de diciembre.
Los manifestantes de ambos bandos han prometido mantener la campaña de presión mientras el Tribunal Constitucional analiza el destino de Yoon.
“Sin duda protestaré ante el tribunal para exigir que rechace el impeachment”, declaró a la AFP Cho Hee-sun, partidaria de Yoon, en un mitin el sábado antes de la votación parlamentaria.
La policía de Seúl estimó que al menos 200.000 personas se habían reunido frente al Parlamento en apoyo de la destitución del presidente.