El régimen de Bashar al Assad en Siria llegó a su fin. Tras permanecer durante 24 años al mando del país, al que sumió en una guerra civil, el dictador fue derrocado por rebeldes que tomaron el poder.
“Después de 50 años de opresión, y 13 de crímenes y desplazamiento forzado, anunciamos hoy el fin de este período oscuro y el inicio de una nueva era para Siria”, informaron los rebeldes en un comunicado.
La caída del régimen sirio se dio luego de que los rebeldes, liderados por el grupo Hayat Tahrir al-Sham (HTS), avanzaron en los últimos días tomando el control de varias ciudades hasta llegar a Damasco, la capital del país.
Tras el avance del grupo opositor, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia informó que Bashar al Assad “decidió abandonar el cargo presidencial y se marchó del país” junto a su esposa y sus tres hijos. Además, dispuso “realizar la transición del poder por vía pacífica”.
En un principio se desconocía su paradero, pero luego fuentes del Kremlin informaron que Rusia les concedió “asilo por razones humanitarias” y se encuentran en Moscú, según la agencia TASS.
La familia Al Assad había permanecido en el poder de Siria durante más de 50 años. Bashar había asumido como presidente del país al heredar el cargo de su padre en el 2000, y aunque al principio mantenía una postura más pacifista, luego gobernó con mano dura sobre el pueblo.
En 2011, en medio de protestas contra su régimen, sus fuerzas de seguridad llevaron a cabo una fuerte represión. La situación escaló hasta llegar a una guerra civil que devastó el país durante 13 años.
Según diferentes organismos internacionales, más de medio millón de personas murieron por los enfrentamientos armados y la mitad de la población fue desplazada. Además, unas 15 millones de personas en Siria necesitan ayuda humanitaria y que padecen necesidades graves como hambruna y enfermedades.
QUIÉNES SON LOS REBELDES QUE TOMARON EL PODER
Se trata de una coalición llamada “Mando de Operaciones Militares”, que nuclea a varias agrupaciones islamistas lideradas por el grupo Hayat Tahrir al Shams (HTS) que se unieron para derrocar al régimen de Al Assad.
Abu Mohammad al-Jolani, jefe del grupo militante HTS, es quien comandó la operación llamada “Disuasión de la Agresión” para avanzar en distintas ciudades del país.
Si bien HTS nació como una rama de Al Qaeda, en los últimos años afirmaron que han cortado sus vínculos y actúa como independiente. Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y las Naciones Unidas la consideran como una organización terrorista.
Tras la caída de Al Assad, ahora hay incertidumbre sobre qué pasará en el país. Jolani brindó hace unos días una entrevista al medio CNN en donde aseguró buscarán crear un gobierno basado en instituciones y un “consejo elegido por el pueblo”.
“Siria merece un sistema de gobierno institucional, no uno en el que un único gobernante tome decisiones arbitrarias”, mencionó. Y remarcó que su intención es “reconstruir Siria”.