Cientos de católicos guatemaltecos expulsaron este sábado a los malos espíritus quemando simbólicamente al “diablo” con fogatas en las calles, en una tradicional celebración en la víspera de la festividad a la Virgen de Concepción.
La “Quema del Diablo”, que tiene su origen en la época colonial, comenzó al anochecer junto a la detonación de pirotecnia en las calles para alejar a los malos espíritus y dar paso a la temporada navideña.
Uno de los principales actos de la celebración se realizó en el barrio La Concepción de la ciudad colonial de Antigua Guatemala, 45 km al suroeste de la capital, la principal zona turística del país.
Este año fue quemado el “diablo ecológico” para denunciar incendios forestales que durante el año ocurrieron en las estribaciones del imponente Volcán de Agua que está al pie de Antigua Guatemala, declaró a la prensa Víctor Contreras, del comité que coordina la actividad.
En la jornada se destacó el trabajo de las brigadas de rescate que apagaron los incendios del volcán.
“Hacemos un llamado a la población (…) a conservar nuestro medio ambiente, ya que de alguna manera nosotros mismos somos responsables del futuro, no solo de Antigua, sino de toda Guatemala”, subrayó Contreras.
Por diferentes rumbos de la ciudad, los vecinos encendieron fogatas con ramas secas de arbustos o queman efigies elaboradas de papel rojo y alambre representadas al maligno personaje con cuernos y cola.
En el barrio Arrivillaga de la capital guatemalteca también fue quemado un diablo centauro.
Quemar el diablo es “para sacar todo lo malo de la casa y que entre todo lo bueno” para la fiesta de la navidad que se avecina, declaró Yadira Cardona.
Sin embargo, en los últimos años muchas personas confeccionan figuras con características de algunos políticos y personajes de la vida pública.
La tradición es criticada por ambientalistas, que consideran que la quema genera contaminación por el humo que produce.