Las obras viales que se realizan al norte de México descubrieron una gran estructura en forma de pirámide que data de la época prehispánica, anunció el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La estructura, descrita como una base piramidal, fue identificada en la región de la Sierra Alta del estado de Hidalgo, al norte de la Ciudad de México. En arqueología, el término “base piramidal” se refiere a los cimientos o la parte inferior de una estructura piramidal.
Las pirámides de Mesoamérica, como las construidas por las civilizaciones maya, azteca y teotihuacana, eran estructuras monumentales que solían utilizarse con fines religiosos y ceremoniales. Estas pirámides, caracterizadas por su diseño escalonado y sus escaleras centrales, solían servir como templos y eran con frecuencia el centro de las ciudades antiguas.
Mesoamérica es una región histórica y cultural de América del Norte que se extiende desde el centro de México hasta Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y el norte de Costa Rica. Es conocida por ser la cuna de varias civilizaciones prehispánicas (o precolombinas) avanzadas.
El descubrimiento inicial del basamento piramidal en Hidalgo fue en junio durante la construcción de un nuevo carril en la Carretera Federal Mexicana 105.
La estructura parece ser parte de un asentamiento prehispánico denominado San Miguel, el cual ha sido catalogado y reportado al Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos del INAH.
De acuerdo con el INAH, el sitio arqueológico pertenece al señorío metzca, una civilización que habitó la Sierra Alta de Hidalgo durante los períodos Epiclásico (650-950 d.C.) y Posclásico Tardío (1350-1519 d.C.).El sitio patrimonial está conformado por cinco sectores y al menos 10 montículos arqueológicos, según el INAH. Es anterior a la colonización europea en la región, que inició a principios del siglo XVI.
Tras el descubrimiento de la estructura, el INAH realizó un proyecto de rescate arqueológico, documentando exhaustivamente el sitio con apoyo de drones, los cuales fueron utilizados para tomar imágenes para la creación de modelos fotogramétricos digitales.
Durante las investigaciones, los investigadores también recogieron numerosas muestras de carbón, tierra y madera carbonizada, entre otros materiales, que serán estudiados en un laboratorio para obtener datos arqueológicos.
Una vez finalizado el proyecto de investigación, la estructura fue enterrada nuevamente con fines de conservación. Antes de eso, se protegió con un material geotextil. Un geotextil es un tipo de material que a veces se utiliza en la conservación arqueológica para proteger y estabilizar estructuras y sitios arqueológicos.
Los recientes hallazgos contribuirán a la comprensión de la ocupación humana en la región de la Sierra Alta de Hidalgo, específicamente en la zona de la Barranca de Metztitlán, donde se cree que los primeros asentamientos datan de al menos 14 mil años.