Rusia acusó este miércoles a Estados Unidos de prolongar la “guerra en Ucrania” al intensificar los envíos de armas a Kiev antes del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
Tan solo unas horas después que Estados Unidos cerrara su embajada en Kiev y advirtiera de bombardeos inminentes, Rusia comenzó un masivo ataque aéreo contra la capital ucraniana y las fuerzas locales lograron interceptar los misiles en la madrugada de este miércoles.
Pese a la intensidad del ataque, no se reportaron víctimas ni daños significativos en la infraestructura. Periodistas en el lugar confirmaron escuchar disparos antiaéreos, evidenciando la rápida respuesta frente a la amenaza.
Tanto Moscú como Kiev están compitiendo para asegurar una ventaja en el campo de batalla antes de que Trump asuma el cargo en enero de 2025.
El republicano ha criticado repetidamente el apoyo de Estados Unidos a Ucrania y afirmó que podría lograr un alto el fuego en cuestión de horas, comentarios que han generado temores en Kiev y Europa sobre la capacidad de Ucrania de resistir los ataques rusos sin el apoyo estadounidense.
Moscú ha intensificado significativamente su campaña aérea esta semana, lanzando múltiples ataques con misiles letales y apuntando a la red energética de Ucrania.
Mientras tanto, Ucrania ha disparado misiles ATACMS de largo alcance suministrados por Estados Unidos contra territorio ruso por primera vez desde que la Casa Blanca autorizó tales ataques, lo que generó desprecio y promesas de represalias en Moscú.
Andriy Kovalenko, representante del Consejo de Seguridad Nacional ucraniano, afirmó que Rusia llevaba meses acumulando misiles como parte de una estrategia planificada de ataques. Según el funcionario, se han almacenado proyectiles Kh-101, Kalibr y misiles balísticos, además de posicionar fuerzas aéreas y navales para futuras ofensivas.
Los ataques también coinciden con un momento delicado en la política rusa. Un día antes, Vladimir Putin actualizó la doctrina nuclear del país, ampliando las condiciones bajo las cuales podrían usarse armas nucleares, incluidas respuestas a amenazas convencionales. Esta decisión fue interpretada como un mensaje hacia Occidente, en particular hacia Estados Unidos y la OTAN, para que reconsideren su implicación en el conflicto.
El Kremlin, a través de Dmitry Peskov, acusó a Washington de extender deliberadamente la guerra, en medio de informes sobre la entrega de minas antipersona a Ucrania. Esta acción genera controversia, ya que Kiev es signatario del Tratado de Ottawa, que prohíbe este tipo de armamento.
Ucrania perdería sin ayuda de EEUU
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo a Fox News el martes por la noche que Ucrania perdería si Washington, su principal respaldo militar, retirara la financiación.
Washington ha buscado compromisos de Ucrania para utilizar las minas recién prometidas en su propio territorio y sólo en zonas no pobladas, a fin de reducir el riesgo que representan para los civiles.
Las minas se conocen como “no persistentes” porque se vuelven inertes después de un período de tiempo determinado, cuando se agota la energía de su batería.
Naciones Unidas ha calificado a Ucrania como “el país más minado del mundo”, casi tres años después del inicio de una ofensiva militar a gran escala de Rusia y más de una década después de que las milicias apoyadas por Rusia en la región del Donbas lanzaran una sangrienta campaña para separarse de Kiev.
La decisión de Estados Unidos de darle más minas a Ucrania ha generado algunas críticas por parte de grupos activistas.
La Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Terrestres (ICBL) declaró a la AFP que “condena esta terrible decisión de Estados Unidos” y afirmó que “trabajará para lograr que Estados Unidos la revierta”.
El Kremlin también rechazó el miércoles, calificándolas de “absurdas” y “risibles”, las sugerencias de que Rusia estuvo implicada en el corte de los cables de telecomunicaciones que pasan bajo el mar Báltico.
Dos cables de telecomunicaciones cortados en el Mar Báltico en 48 horas llevaron a funcionarios europeos a decir el martes que sospechan de “sabotaje” y “guerra híbrida” vinculados a la ofensiva de Rusia en Ucrania.
“Es absurdo seguir culpando a Rusia de todo sin ningún fundamento. Es ridículo en el contexto de la falta de reacción ante las actividades de sabotaje de Ucrania en el mar Báltico”, dijo Peskov, acusando a Kiev de volar los gasoductos submarinos Nord Stream.