Partidarios del expresidente boliviano Evo Morales tienen retenidos como rehenes a al menos 200 militares, informó este sábado el Ministerio de Relaciones Exteriores, mientras continúa aumentando el enfrentamiento con el Estado.
Tres unidades militares en la provincia de Chapare fueron “asaltadas por grupos irregulares” el viernes, y los atacantes “tomaron como rehenes a más de 200 militares” de tres cuarteles, dijo el ministerio.
“Se incautaron armas y municiones”, añadió.
Los partidarios de Morales, el primer líder indígena del país, comenzaron a bloquear carreteras hace tres semanas para evitar su arresto por lo que él llama cargos falsos destinados a frustrar su regreso político.
El gobierno había enviado tropas a la zona en el departamento de Cochabamba para ayudar a la policía a despejar los bloqueos.
Los primeros informes del viernes habían mencionado que sólo 20 soldados habían sido detenidos.
Un video difundido el viernes mostró a 16 soldados rodeados de manifestantes que sostenían palos puntiagudos.
“Nos han cortado el agua, la electricidad y nos tienen como rehenes”, se oye decir a un hombre uniformado.
Morales, después de amenazar primero con una huelga de hambre a menos que el gobierno aceptara negociar, instó más tarde a sus partidarios a considerar suspender los bloqueos para “evitar el derramamiento de sangre”.
Morales, de 65 años, estuvo en el cargo de 2006 a 2019, cuando renunció bajo una nube tras unas elecciones marcadas por el fraude.
Pese a que se le prohibió volver a postularse, Morales quiere desafiar al presidente Luis Arce, su ex aliado, por la nominación del partido izquierdista MAS en las elecciones de agosto próximo.
Días después de liderar una marcha de miles de personas, principalmente indígenas bolivianos, en la capital La Paz para protestar contra las políticas de Arce, los fiscales anunciaron que Morales estaba bajo investigación por violación legal, trata de personas y tráfico de personas por su presunta relación con una niña de 15 años en 2015.
Morales ha calificado las acusaciones de “mentira”.
El miércoles, Arce exigió el fin “inmediato” de los bloqueos de carreteras y dijo que el gobierno “ejercerá sus poderes constitucionales para salvaguardar los intereses del pueblo boliviano”.
Fue en el Chapare donde Morales denunció la semana pasada que fue víctima de un intento de asesinato que atribuyó a agentes del Estado. Un video que compartió en las redes sociales muestra su camioneta llena de impactos de bala.
El gobierno dijo que la policía disparó contra el vehículo después de que el convoy de Morales abrió fuego por primera vez en un puesto de control.
Los partidarios de Morales exigieron inicialmente el fin de lo que llamaron su “persecución judicial”, pero el movimiento de protesta se ha convertido en una revuelta antigubernamental más amplia, marcada por los pedidos de renuncia de Arce.
Culpan a Arce, en el poder desde noviembre de 2020, por el fuerte aumento de los precios de los alimentos y el combustible y la escasez que antecede a las protestas.
Al menos 90 personas, en su mayoría agentes, han resultado heridas en los enfrentamientos en torno a las protestas.