La comunidad internacional debe unirse a pesar del “entorno geopolítico difícil” para hacer frente a retos comunes como un crecimiento mediocre y la amenaza del cambio climático, declaró este jueves la directora del FMI, Kristalina Georgieva.
Al comienzo de su segundo mandato de cinco años como directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Georgieva habló antes de la reunión semestral de esta organización financiera internacional y del Banco Mundial que se celebrará en Washington la próxima semana.
En un discurso en la capital estadounidense, celebró los progresos realizados en la lucha contra la inflación, pero advirtió de los peligros que acechan a la economía mundial.
“La gran ola inflacionaria mundial está en retirada”, dijo, y añadió que las medidas de política monetaria, la mejora en la cadena de suministro y la moderación de los precios de los alimentos y la energía llevan de nuevo a la dirección correcta: “La estabilidad de precios”.
“Y esto se ha hecho sin que la economía mundial entre en recesión ni se pierdan puestos de trabajo a gran escala”, añadió.
Aunque la tasa de inflación está bajando, “el nivel de precios más alto que sentimos en nuestras carteras está aquí para quedarse” y los más afectados son los países más pobres y los consumidores en general, dijo.
Las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial se celebrarán con el conflicto en Oriente Medio y las próximas elecciones presidenciales estadounidenses como telón de fondo.
Estos comicios enfrentan al expresidente republicano Donald Trump y la vicepresidenta demócrata Kamala Harris.
Trump ha amenazado con subir los aranceles y ha sugerido que el presidente de Estados Unidos debería tener más peso en la política monetaria, una tarea actualmente reservada a la Reserva Federal, el banco central independiente estadounidense.
En su discurso, Georgieva elogió la independencia de los bancos centrales de todo el mundo, junto con instituciones financieras internacionales como el FMI.
Pero advirtió que el mundo se enfrenta a “un entorno geopolítico difícil”.
Por un lado está el conflicto en Oriente Medio y por otro el reto de hacer frente a una “combinación implacable” de crecimiento mundial mediocre y elevados niveles de deuda pública.
“Vivimos tiempos profundamente agitados”, dijo, y avisó que los dividendos de la paz del final de la Guerra Fría “están cada vez más en peligro”.
“En un mundo con más guerras y más inseguridad, los gastos de defensa podrían seguir aumentando mientras los presupuestos de ayuda se quedan aún más rezagados frente a las crecientes necesidades de los países en desarrollo”, añadió.
“No debemos permitir que esta realidad se convierta en una excusa para no hacer nada para prevenir una mayor fractura de la economía mundial”, añadió.
Con información de AFP