El presidente Nayib Bukele, anunció en la noche del viernes que el país recompró por poco más de 940 millones de dólares parte de su deuda soberana con vencimiento entre 2027 y 2052, en un proceso que la calificadora Standard and Poor’s (S&P) Global Ratings considera “oportunista”.
“Acabamos de aceptar ofertas de recompra de deuda por un total de US$940.441.670,83”, indicó el mandatario en un mensaje en su cuenta en la red social X.
Según había indicado el gobierno, la oferta de recompra estuvo vigente hasta el 10 de octubre y “la liquidación de los bonos válidamente licitados y aceptados está programada para el 16 de octubre de 2024”, señaló una nota informativa sobre la recompra publicada por Bukele.
We’ve just accepted offers for debt repurchase totaling U.S. $940,441,670.83 🇸🇻https://t.co/45yIhjdMKn
— Nayib Bukele (@nayibbukele) October 12, 2024
El gobierno salvadoreño señaló el pasado 4 de octubre, al lanzar la oferta de recompra, que la deuda soberana del país con vencimiento entre 2027 y 2052 ascendía a 7.200 millones de dólares.
Los bonos que no fueron recomprados serán devueltos a los tenedores, pero no se precisa quienes son, según la nota informativa del gobierno.
De acuerdo al gobierno de Bukele, la recompra de su deuda soberana se realiza con el propósito de “gestionar su deuda pública externa (…) y promover ciertos esfuerzos de conservación y sostenibilidad” económica en El Salvador.
Según datos oficiales hasta junio pasado, el país acumulaba una deuda pública de 30.000 millones de dólares, un 84% del PIB.
Recompra de bonos es “oportunista”: S&P
La agencia de calificación de riesgo Standard and Poor’s (S&P) Global Ratings mantuvo sin cambios la calificación soberana de El Salvador después de evaluar que la recompra de bonos que lleva a cabo el gobierno de Bukele es “oportunista”.
“Consideramos la recompra de deuda como oportunista y similar a una operación de gestión de pasivos, dado que creemos que el gobierno podría haber cumplido con sus compromisos financieros sin esta transacción”, dice S&P en el comunicado este 10 de octubre.
Es una de las razones por las que la calificadora no mejoró la nota del país, confirmando que mantiene la calificación crediticia de El Salvador de largo plazo en ‘B-‘ y la de corto plazo en ‘B’, además que la perspectiva de las calificaciones de largo plazo se mantiene estable.
Así las cosas y a pesar del equilibrio fiscal que busca el gobierno a través del amplio proceso de reperfilamiento de la deuda iniciado en 2022, Standard and Poor’s visualiza los riesgos que representan unas “finanzas públicas aún frágiles, una elevada carga de deuda y alternativas de financiamiento algo limitadas”.
Bukele, quien fue reelegido en febrero favorecido por sus logros en seguridad pública, ha prometido que en su nuevo mandato de cinco años sus esfuerzos estarán centrados en impulsar la economía.