Los precios del petróleo subieron este jueves por el temor a un conflicto abierto y generalizado en Medio Oriente.
Los precios del crudo, que subían en torno al 2 % durante casi toda la sesión de este jueves, han acentuado su senda ascendente y avanzan más de un 4 % ante la posibilidad de que Israel ataque instalaciones petroleras de Irán.
Esto se producen luego que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que está “discutiendo” con Israel posibles ataques israelíes contra instalaciones petroleras de Irán, como medida de represalia a los misiles lanzados por Teherán contra territorio israelí.
Al ser preguntado durante un breve encuentro con la prensa si estaba de acuerdo con ataques israelíes contra infraestructura petrolera de Irán, Biden respondió: “Estamos discutiendo eso. Creo que sería un poco… de todos modos”, sin concluir la frase.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que estaba discutiendo posibles ataques israelíes contra instalaciones petroleras iraníes, en comentarios que hicieron subir los precios del petróleo el jueves solo un mes antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos. pic.twitter.com/Sdna1KEwoo
— Newsweek El Salvador (@NWElSalvador) October 3, 2024
Fuentes especializadas consideran necesario vigilar el riesgo de interrupción del suministro de petróleo en Irán en el corto plazo, ya que “los ataques de represalia de Israel pueden afectar a los centros de producción de petróleo iraníes”.
Los precios del petróleo, que mantenían una larga racha descendente, iniciaron la senda alcista el martes, tras conocerse que Irán preparaba un ataque con misiles contra Israel.
Desde ese momento, las tensiones geopolíticas han ganado protagonismo y han desplazado temporalmente a la preocupación por la debilidad de la demanda, sobre todo en China.
Un aumento de los precios del petróleo crudo, y luego del precio de la gasolina, sería una muy mala noticia para la vicepresidenta Kamala Harris, en carrera por la Casa Blanca contra el expresidente republicano Donald Trump.
La candidata demócrata, cabeza a cabeza con su rival en las encuestas, tiene dificultades para convencer a los votantes sobre temas vinculados específicamente con la economía y el poder adquisitivo.