El presidente palestino, Mahmud Abbas, llamó el jueves a la comunidad internacional a dejar de enviar armas a Israel para frenar el derramamiento de sangre en Cisjordania y Gaza, señalando especialmente a Estados Unidos.
Abbas dijo que Washington seguía proporcionando cobertura diplomática y armas a Israel para su guerra en Gaza a pesar del creciente número de muertos allí, que ahora asciende a 41.534 según el Ministerio de Salud en la franja controlada por Hamás.
“Detengan este crimen. Deténganlo ahora. Dejen de matar niños y mujeres. Detengan el genocidio. Dejen de enviar armas a Israel. Esta locura no puede continuar. El mundo entero es responsable de lo que le está sucediendo a nuestro pueblo en Gaza y Cisjordania”, dijo Abbas en un discurso ante la Asamblea General de la ONU.
La gran mayoría de los 2,4 millones de habitantes de la sitiada Franja de Gaza han sido desplazados al menos una vez por la guerra, desatada por el ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre, y muchos han buscado refugio en edificios escolares.
“Estados Unidos fue el único que dijo: ‘No, la lucha va a continuar’. Lo hizo utilizando el veto”, dijo, en referencia al veto que utilizó repetidamente para frustrar la censura en el Consejo de Seguridad de la ONU a la campaña de Israel en Gaza.
“Proporcionó a Israel armas letales que utilizó para matar a miles de civiles inocentes, niños y mujeres.
“Esto alentó aún más a Israel a continuar con su agresión”, añadió, afirmando que Israel “no merece” estar en la ONU.
Washington es el aliado más cercano y partidario de Israel, y le suministra miles de millones de dólares en ayuda y material militar.
Ataques contra la membresía de Israel en la ONU
El discurso de Abbas se produce meses después de que la Asamblea General votara que el Estado de Palestina merecía ser miembro pleno.
Cuando los líderes mundiales abrieron sus discursos el martes, Abbas pudo tomar asiento junto a la delegación palestina, sentados en la Asamblea General en orden alfabético.
En su discurso, Abbas dijo que el desafío de Israel a las Naciones Unidas, a las que a menudo califica de parciales, demuestra que el país no debería ser parte del organismo mundial.
“Israel, que se niega a implementar las resoluciones de las Naciones Unidas, no merece ser miembro de esta organización internacional”, afirmó Abbas.
Israel, cuyo gobierno derechista ha buscado aislar a la Autoridad Palestina, atacó rápidamente el discurso de Abbas y lo criticó por no condenar a Hamas.
“Sólo cuando se encuentra en la tribuna de la ONU habla de una solución pacífica. No hay mayor hipocresía y mentira que ésta”, afirmó Danny Danon, embajador de Israel ante las Naciones Unidas.
“El legado de Abbas es el de una debilidad crónica frente al terrorismo y el odio”.
El ataque del 7 de octubre que desencadenó la guerra causó la muerte de 1.205 personas del lado israelí, la mayoría de ellas civiles, según un recuento de la AFP basado en cifras oficiales israelíes, que incluye a los rehenes muertos en cautiverio.
De las 251 personas tomadas como rehenes ese día, 97 siguen retenidas dentro de la Franja de Gaza, incluidas 33 que, según el ejército israelí, están muertas.