El clima seco en Brasil, donde comienza la siembra de soja, propicia el aumento de los precios de esta oleaginosa y del maíz en Estados Unidos.
“El clima seco es una preocupación para la siembra (…) de soja en Brasil”, resumió Sebastien Poncelet, de la agencia de información sobre materias primas Argus Media.
“De fondo, hay una pequeña oleada favorable a las compras de materias primas, vinculada a la bajada de tipos del banco central en Estados Unidos y al anuncio de medidas de estímulo económico en China”, señaló.
En este contexto, el precio del maíz estadounidense subió el martes a su nivel más alto en casi tres meses, y el de la soja alcanzó un máximo de casi dos meses.
Cerca del 0.9 % de las tierras dedicadas a la soja se han sembrado, según la firma brasileña AgRural, frente al 1.9 % en la misma época del año pasado. Esta cifra oculta disparidades, ya que la siembra está en pleno apogeo en el estado de Paraná, que recibió abundantes lluvias la semana pasada, pero otras regiones como el Mato Grosso, siguen sufriendo un clima seco y caluroso.
Algunos observadores están preocupados por el aumento de la presencia de chicharritas, sobre todo en el sur. Favorecido por la subida de las temperaturas, este insecto que atrofia los cultivos atacó hace unos meses el maíz argentino, lo que llevó a la bolsa de granos de Buenos Aires a revisar a la baja sus previsiones de cosecha para 2024.
Para Dewey Strickler, de Ag Watch Market Advisors, el aumento de los precios del maíz y la soja estadounidenses se explica también por “la huelga que amenaza en los puertos desde la costa este (de Estados Unidos) hasta el Golfo de México”.
A corto plazo (la huelga) podría impulsar los precios, “pero a largo plazo, sería malo” para los agricultores estadounidenses, ya que estos puertos permiten la mayor parte de las exportaciones de maíz del país, indicó el analista.
Esto obligaría a los productores a almacenar en lugar de exportar, con el riesgo de no poder vender la mercancía una vez finalizada la huelga.
Con información de AFP