El Salvador y 14 países más se abstuvieron de votar por el llamado “Pacto del Futuro”, un acuerdo de los países miembros de la ONU con más de 50 acciones para hacer frente a los “mayores desafíos de la época”.
La firma del Pacto del Futuro que comprende acciones para mantener la paz, comprometerse con el cambio climático y las potenciales amenazas de la inteligencia artificial (entre otros) fue firmado por 193 países, pero El Salvador se unió a otras naciones como Argentina, Bahamas y Haití en el continente americano, para abstenerse de apoyarlo.
El gobierno no ha informado oficialmente sobre los motivos de esta decisión y el presidente Nayib Bukele, que este martes pronunciará su discurso ante la Asamblea General de la ONU, también permanece en silencio en torno al caso.
Se espera que durante su participación aborde el tema ante el resto de los países.
La posición de Argentina
Argentina es uno de los países que no se adhirió al Pacto y la canciller Diana Mondino dijo que la decisión se basa en que “muchos de los puntos de este pacto con sus anexos presentan reservas y objeciones o son retardatarios de la nueva agenda de Argentina”.
Además, se escudó en el hecho de que los documentos se estaban trabajando desde el 2022, con otra gestión de gobierno, y que al momento de asumir se encontraron con negociaciones avanzadas y que las acciones propuestas no fueron tomadas en cuenta por lo cual la decisión es no adherirse a la firma del pacto.
“Argentina quiere tener alas para su desarrollo, sin estar sujeto a un peso indebido de decisiones ajenas a nuestras metas. Argentina será un Faro de Libertad”, dijo la funcionaria en su cuente de la red social X.
Hoy en la ONU nos disociamos del Pacto del Futuro.
Elegimos un mundo mejor para cada uno de los niños, hombres y mujeres que habita nuestro suelo.
Argentina quiere tener alas para su desarrollo, sin estar sujeto a un peso indebido de decisiones ajenas a nuestras metas.…
— Diana Mondino (@DianaMondino) September 23, 2024
Las críticas de contra el gobierno argentino surgieron de inmediato a través de las redes sociales por parte de usuarios que cuestionan el listado de países que no apoyaron el docuemento suscrito por la ONU.
“Milei y Mondino pasaron a ser el Faro del Mundo libre para países como Venezuela, Nicaragua, El Salvador, Haití, Rusia, Corea del Norte, Afganistán, Kirguistán, Uzbekistán, Brunéi, Burkina Faso, República Centroafricana y Eritrea”, señala uno de los críticos, Pablo Serdán, en su cuenta de X.
Pero, ¿Qué es el Pacto para el Futuro?
El Pacto para el Futuro adoptado el domingo por los 193 Estados miembros de la ONU prevé 56 “acciones” para hacer frente a los “mayores desafíos de nuestra época”, entre los que incluye el mantenimiento de la paz, el cambio climático y las potenciales amenazas de la inteligencia artificial (IA).
Paz y derecho internacional
El Pacto subraya el “aumento y diversificación” de las amenazas a la paz mundial, en particular, el “riesgo de guerra nuclear” y reitera los compromisos fundamentales de los miembros de la ONU: respeto de la Carta de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional, protección de los civiles, diplomacia para resolver los conflictos, etc.
El Pacto también reitera el compromiso con la eliminación de las armas nucleares.
En un momento en que decenas de miles de fuerzas de paz de la ONU están desplegadas por todo el mundo, también reconoce la necesidad de adaptar estas misiones, que a veces son criticadas por los países de acogida, para que respondan mejor a las realidades actuales (acción 21).
En concreto, pide al secretario general de la ONU que haga recomendaciones para “adaptar la caja de herramientas” de la organización con el fin de responder de forma más “flexible” y “a medida” a las diversas situaciones sobre el terreno.
Clima
“El cambio climático es uno de los mayores retos de nuestro tiempo” y “estamos muy preocupados por la lentitud actual de los avances” para frenarlo, afirman los países.
Pero el Pacto no va realmente más allá de los compromisos adquiridos en la COP28 a finales de 2023: “transición para abandonar los combustibles fósiles”, triplicación de la capacidad de las energías renovables de aquí a 2030, neutralidad en carbono de aquí a 2050, continuación de los esfuerzos para limitar el calentamiento global a +1,5°C (acción 9).
Aún así, podría haber sido peor, ya que las referencias a los combustibles fósiles llegaron a ser suprimidas del texto durante las negociaciones.
“Hubo una presión feroz por parte de los países productores de combustibles fósiles” para esta supresión, señala Alden Meyer, del think-tank E3G, celebrando que este compromiso de alejarse de los combustibles fósiles se haga ahora al más alto nivel de jefes de Estado y de Gobierno.
Desarrollo y finanzas
El Pacto promete acelerar los esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que buscan erradicar la pobreza extrema, luchar contra el hambre, lograr la igualdad de género y promover la educación para 2030.
La mayoría de estos objetivos no va por buen camino, a pesar de los compromisos adquiridos en 2005 y repetidos hace un año.
En este contexto, en un asunto muy relevante para los países más pobres, el Pacto se compromete a “acelerar la reforma de la arquitectura financiera internacional” (acción 47), en particular para permitir a algunos Estados excluidos acceder más fácilmente a financiaciones de los bancos de desarrollo, invertir en los objetivos de desarrollo y prepararse para los impactos del cambio climático.
Estas reformas requerirán decisiones tomadas en otras instancias como el FMI y el Banco Mundial.
Consejo de Seguridad
En un momento en que el Consejo de Seguridad de la ONU -cuyo funcionamiento es herencia del equilibrio de poderes posterior a la Segunda Guerra Mundial- está en gran medida paralizado por el poder de veto de Rusia y Estados Unidos, el Pacto se compromete a reformar este órgano clave para hacerlo “más representativo” y “más eficaz”.
En particular, subraya la prioridad de “reparar la injusticia histórica” de que África no tenga un miembro permanente.
Es “el lenguaje más fuerte” sobre este tema “en una generación”, según Antonio Guterres.
Pero el texto no oculta los desacuerdos que persisten sobre este asunto candente, en particular sobre el número de nuevos miembros y el futuro del derecho de veto.
Inteligencia artificial
Junto al documento principal, los Estados miembros también adoptaron el Pacto Digital Global para reducir la brecha digital y desarrollar tecnologías seguras y respetuosas en beneficio de todos.
El texto examina en particular las oportunidades y los riesgos de la IA. En un momento en que el rápido desarrollo de tecnologías revolucionarias podría amenazar la democracia y los derechos humanos, los Estados se comprometen a crear, bajo los auspicios de la ONU, un Grupo Científico Internacional para promover el diálogo internacional entre los gobiernos y otros actores relevantes del sector.